The Puppet (ChenMin)

08

JongDae

MinSeok juega en la piscina mientras yo lo observo desde la ventana, han sido unos largos y placenteros meses en esta casa con la hermosa compañía del pequeño de ojos gatunos que ahora nada relajado.

Pronto tendré que regresar a casa en las vacaciones, no quisiera pero hay pendientes que debo arreglar, además tal vez BaekHyun quiera pasar tiempo con Min y yo solo estorbe aquí.

Cómo quisiera llevarlo conmigo.

No he hablado con KyungSoo en un tiempo, supongo que terminaré con él volviendo a casa o solo lo ignore, me da lo mismo.

Y lo de MinSeok, bueno, sé que es algo pasajero, no es que quiera algo serio con él, quiero divertirme y que haga lo mismo.

Lo que me recuerda.

Tomo el libro que Min estaba leyendo antes de salir a jugar y salgo de la casa, me acerco al borde la piscina y me siento.

--Hola Min --saludo llamando su atención lo que hace que se acerque a mí con una sonrisa.

--Hola Dae --responde reposando su barbilla en mis piernas-- ¿entrarás conmigo?

--Tal vez luego, ven aquí --pido golpeando mis rodillas.

Obedece saliendo del agua y queda sobre mi regazo quedando frente a frente, no me importa mojarme pues llevo un short, tenía planeado refrescarme de todas maneras.

Una vez se acomoda lo tomo de la barbilla y guío su boca a la mía devorándola por completo.

Hago que abra la boca totalmente para invadirla con mi lengua, es tan rico y placentero que con tan solo pedirlo obedezca al instante.

Muevo mi lengua dentro de su boca devorando la suya con suma maestría, me encanta que se deje llevar, que se deje hacer y deshacer por mí, últimamente todos sus pensamientos e ideas me pertenecen así como su cuerpo y sus reacciones.

Se ha vuelto más atrevido, él mismo busca mis besos y mis caricias, se encarga de complacer mi vista usando atuendos diminutos y posa sus hermosas nalgas sobre mí para que sea capaz de chocar mi erección contra ellas.

Tantas cosas, tantas acciones, tantas miradas indiscretas me han dado la idea de que la hora ha llegado.

Por fin.

Me separo un poco para tomar oxígeno y dejar que él haga lo mismo, está tan rojo y expande su pecho con tantas ganas que se nota que es justo lo que le hacía falta.

Mira a un lado y nota el libro que traje conmigo.

--" Alicia en el país de las maravillas " --nombra señalándolo-- ¿Me lo leerás?

--Esperaba que tú lo hicieras --informo sonriendo-- pero tal vez luego, estás empapado.

Quito un mechón largo y húmedo de su frente y lo acomodo hacía atrás, me sonríe tímidamente y besa la comisura de mis labios de forma discreta.

--Te lo leeré más tarde --avisa sonriendo-- ¿entrarás al agua conmigo?

--Seguro.

Se echa hacia atrás salpicando algo de agua y ríe por ello, doy un leve brinco para quedar adentro de igual forma y voy a donde él.

Lo tomo de la cintura y lo pego a mi cuerpo teniendo una mayor sensación de su piel ahora que está completamente húmedo.

Sus manos como siempre se escabullen a mi espalda mientras nado llevándolo conmigo al borde contrario de la piscina.

Bajo siendo lento hasta llegar a su trasero que presiono con fuerza logrando que abra la boca por lo que meto mi lengua de nuevo en él.

Algo sorprendido por el contacto sigue el beso subiendo sus manos de mi espalda a mis hombros y yo bajo las mías aún más para llegar a sus muslos abriendo sus piernas para acomodarme mejor entre ellas.