¿de verdad? | enzuli

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Julián caminaba a paso apurado hacia el ascensor, podría bajar tranquilamente por las escaleras pero no tenía ganas, solo quería sacarse las dudas con su amigo.

Apenas entro al ascensor apretó el número siete. Su cabeza rondaba en aquel recuerdo que creía muerto, necesitaba desahogarse y lo único que podía era hablar con Exequiel, sin importarle quien era su compañero de cuarto.

Las puertas del ascensor se abrieron, salió rápidamente del lugar, mirando las puertas, terminando por tocar dos veces la habitación número 97.

Solo bastaron segundos para que la puerta fuera abierta - ¿Jul... - Palacios no pudo completar su frase que Álvarez ya estaba abrazándolo

- No quiero compartir habitación con Enzo, lo quiero pero la verdad es que yo, en serio yo... - Y antes de que Julián comenzara a llorar la puerta fue cerrada de golpe y ambos chicos terminaron sentados en la cama.

- ¿Qué poronga acaba de pasar Julián? Vos tenes que estar bien, si querés, compartí habitación con Angelito y yo voy a tu cuarto con Enzo, no tengo problemas hermano.

Palacios había sido uno de sus amigos más cercano desde que comenzó en river, él fue quien lo guio y lo hizo sentir cómodo siendo delantero, además de que fue quien hizo que gallardo se diera cuenta del potencial que tenía con poco más de diecisiete años. También fue el primero en enterarse en la relación que tenía con Enzo Fernández que por afuera parecían simples mejores amigos, si bien a escondidas se devoraban hasta el alma.

- No, ya Scaloni nos dijo con quién compartíamos habitación, listo, me lo tengo que bancar. - El acento cordobés se le notaba más que nunca al hablar rápido y bajito.

Su cabello fue desordenado por el mayor - Tranqui, no le des bola. Ya fue lo de ustedes ¿O no? Te lo dijo en river sin miedo. - Julián asintió - Vos ya tenes casi tu vida hecha, concéntrate en el mundial, no pierdas la oportunidad con cualquiera que se te acerque y de una vez termina con Emilia.

Julián estaba cabizbajo, asintiendo ante todo lo que le decía el hombre. Tenía razón, no debía de preocuparse y darle tantas vueltas. Estaban ahí por una cosa y era ganar el mundial.

Lo de su novia era otro tema, empezar a salir con ella fue un error enorme solo por querer darle celos a Enzo y lo único que había logrado fue atarse a la mujer que muchos creían que era la mujer de sus sueños... De verdad quería que fuera así; verla como la mujer más linda y de manera romántica, deseaba no verla como una amiga que tenía que besar y amar falsamente por no poder decirle la verdad.