♡-- Me vuelvo loco porque
aquí no es donde quiero estar
y la satisfacción se siente
como un recuerdo lejano. No
me puedo contener, solo
quiero oírla decir:
¿Eres mío?
Bien, ¿eres mía?
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— dime entonces ¿cómo te enteraste? —le pregunté a Jiyu—
Estábamos en mi habitación, yo estaba acostado y ella estaba acostada arriba mío. Ella se tensó, mientras borraba su sonrisa.
— me dijo que me aleje de ti... pero no quiero Suna —dijo triste, haciendo un pequeño berrinche—
— debes de terminar con tu novio, Jiyu, él te hace mucho daño —ella suspiró, mientras apoyaba su cabeza en mi pecho desnudo—
— lo sé, pero no es tan fácil... el está loco por mí y si lo dejó se volverá aún peor de lo que ya es —
No le seguí insistiendo, ya que he tenido esta charla con ella muchas veces y siempre me dice lo mismo. Tengo que convencerla de algún modo, quiero que ella esté bien. Acune sus mejillas con mis manos, me acerque a su rostro y la besé. Sus labios son lo más delicioso que he probado, desearía nunca dejar de besarla. Probablemente, esta sería nuestra última noche, pues su novio nos había amenazado a los dos. Ella cortó el beso, dejándome con ganas de más. Pero solo me vio con tristeza, se levantó y se sentó, yo hice lo mismo quedándome frente a ella. Vi su cuerpo desnudo, pero luego dirigí mi mirada a sus labios, por último a sus ojos. Hicimos contacto visual por un largo rato, la tome de la cintura y la acerque a mi cuerpo. Juntamos nuestras frentes, nos dimos un largo abrazo.
— no quiero que esto termine, Suna —solloró— quiero ser tuya, no de él —
— también desearía lo mismo, Jiyu, pero lamentablemente no podemos —
No aguantamos las ganas, volvimos a devorarnos como animales salvajes. Sería la última noche que tenía a la pelinegra en mis brazos, por el bien de ambos. No quería dejarla, quería sacarla de aquel horrible lugar. No me rendiría por nada del mundo. Me separé del beso, volví a mirarla.
— te juró que te sacaré de allí, Jiyu —
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Otro día más, me encontraba trabajando en el bar. Aburrido miré a mi alrededor, todo estaba igual que siempre.
— ¿en qué tanto piensas, Suna? —preguntó mi compañera de trabajo, Chihiro—
— en Jiyu —dije, para después suspirar pesadamente—
— ¿te has enamorado de ella? —volvió a cuestionar, esta vez con una sonrisa—
— no... —respondí, dudoso— ...no lo sé —
Ella sonrió y negó. Mientras salía a atender las mesas y me encargaba hacer unos tragos. Debería hablar con Ume al respecto, ella me podría ayudar, aunque podría darme un consejo que al final no sirva para nada. Esto de tener problemas amorosos no era lo mío, de verdad era molesto. Aunque si bien, yo soy el otro chico, quería a llegar a ser el primero. Sé que estaba mal "quitarle" una chica a alguien, pero esta vez no lo era. Más bien era por el bien de Jiyu.
— Suna, sé que estás mal y todo eso... pero...podrías concentrarte en el trabajo un poco más, es que hay muchas personas y todo eso —me pidió la castaña, a lo que yo asentí—
Debería olvidar el tema un rato, despejarme y pensar tranquilo. Los nervios y la ansiedad me están matando, así que no puedo reflexionar claramente en ello.
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Hola ¿todo bien? Llevo vastante tiempo sin publicar nada, así que debo pedirles perdón. No tengo excusas ni nada de eso, simplemente no tenía ganas de escribir. Pero bueno, aquí les he traído algo, se que es corto, pero los próximos serán mejores. Solo eso, espero que se cuiden y tomen awita. Nos leeremos en el próximo capítulo.
