INFIEL

10

Hansa caminaba feliz de la mano de sus dos padres, a lado de ellos cualquier problema pasaba a segundo plano, no existían los compañeros molestos ni los compañeros que la odiaban.

—Quiero una super... Super... Hamburguesa — Dijo alegre estirando sus brazos a los lados.

Porchay también estaba contento de ver reír como nunca a su hija. Los últimos días había estado tan triste y el nunca sabía que hacer para contentarla. Ella era feliz cuando estaban todos juntos como en aquel momento.

Tenía que dejar las llamadas con Macau, Kim estuvo apunto de descubrirlo la última vez que hablaron y desde ese momento ya no había contestado ninguna de sus llamadas y mensajes.

Porchay no quería ser la causa de una separación, antes que nada debía pensar en la pequeña Hansa, en la felicidad de su hija.

Debía madurar, dejar esos juegos de adolescentes hormonales lejos. El era un hombre casado al final de cuentas.

Kim le dio un beso en la frente que lo obligó a volver a la realidad.

Le había incomodado aquel beso, solo podía pensar en Kim usando su boca para besar a su amante, le provocaba asco. Amaba a Kim, claro que lo amaba, siete años de casados no eran fáciles de olvidar, pero ahora sus caricias y toques no le causaban más que incomodidad.

—Te amo — Kim lo abrazo y también a su hija al mismo tiempo —Los amo a los dos, mis dos amores.

—Appa me babeaste — Hansa se aparto y limpio su mejilla.

Porchay y Kim sonrieron al mismo tiempo.

—Después de comer iremos a los juegos mecánicos — Prometió Kim.

Porchay palmeaba la espalda de Hansa
—Vamos bebé tu puedes.

La tarde había sido divertida, habían comido, subido a muchos juegos mecánicos pero al final Hansa no aguanto y termino devolviendo la hamburguesa que había comido en la mañana.

Kim estaba con ellos, con una botella de agua tratando de calmar a ambos y es que Porchay hacia más drama que la pequeña Hansa.

—Calma... Calma... Ya pasará.

Al final el día había sido divertido.

Hacia mucho que no se divertían en familia, los pequeños problemas se olvidaron y se concentraron en solo pasarla bien.

Hansa se había quedado dormida y Porchay se había encargado de ponerle la pijama y acostarla en su cama.

Kim lo esperaba en su habitación.

—Voy a tomar una ducha — Se acerco hasta Porchay y le dio un beso en el cuello y le susurro al oído —Y después voy a hacerte el amor.

Porchay asintió nervioso.

Solo se escuchaba el ruido de la ducha. Porchay empezó a desnudarse y ponerse perfume en lugares estratégicos, era el perfume favorito de Kim incluso se había puesto ropa interior de la que había comprado para el juego de roles con Macau.

Pero el sonido del celular lo detuvo.
Tomó el teléfono, sus manos temblaban al ver el mensaje.

"Te extrañe todo el dia"

"No te olvides de que yo también soy tu nene"

"Te quiere Game"

Y seguido de eso unas fotografías de el denudo.

Un chico guapo que hubiera deseado nunca haber conocido su rostro.