❥ Lunes: No puede ser tan malo

417 60 8
                                    

Maldije una y otra vez a Changbin mientras miraba al chico siguiendo su lectura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maldije una y otra vez a Changbin mientras miraba al chico siguiendo su lectura.

Era un hijo de puta, pensé que mi reto sería el más fácil, pero juraría que hacerle un oral al profesor de historia no era tan malo como tratar de llevar a este chico a la cama.

—Bueno, yo... —tenía la lengua trabada, jodida mierda este chico me ponía nervioso—. Quería saber si podrías ayudarme a estudiar, escuché que eras el mejor promedio de la escuela.

Él asintió y luego negó con la cabeza.

—Lo siento no puedo ayudarte, yo no estudio simplemente soy bueno con la memoria.

Okey, mala excusa y ahora qué hago, él siguió leyendo ignorándome.

—Entonces, ¿No puedes ayudarme? ¿Aunque sea un poco?

Me miró de nuevo como si estuviera escaneando.

—Tal vez podría ayudarte a hacer apuntes y señalarte los puntos más importantes, algunas palabras claves y lo que creo que vendrá en los exámenes.

Sonreí, por lo menos tenía una oportunidad de tratarlo.

Diablos, no podía ser tan malo, podría tener Brackets y acné o ser gordo, pero no era así.

Y no es que yo fuera una persona superficial, bueno sí, tal vez un poco, cuando quería tener una pareja formal era bastante selectivo y quisquilloso, pero cuando se trataba de una noche sólo bastaba con que fuera bonito o bonita.

Bueno, yo podría tener sexo con él, si le pusiera una máscara o con él boca abajo.

Sí, no podía ser tan malo.

—Me ayudarías mucho si hicieras eso —le dije mostrándole una sonrisa.

Él me miró con el entrecejo fruncido como si fuera la cosa más extraña que hubiera visto.

—¿Con qué materia empezamos?

Aproveché que tenía el libro y dije: —Geometría.

Odiaba la geometría, toda clase de matemáticas, por eso había decidió que al salir de la secundaria aplicaría para una licenciatura como para ser un profesor o abogado o psicólogo, algo que no tuviera nada que ver con números.

Sin embargo, cuando él lo explicó lo comprendí, aún lo odio, pero su explicación fue más fácil de entender que las explicaciones de mi gordo profesor.

No podía ser tan malo si él iba a ayudarme a pasar mis exámenes.

Después de dos horas él dio por terminada la sección.

—Eso será todo por hoy, estaré aquí mañana también por si te interesa otra materia.

"oh~" su amabilidad me sorprendió, tal vez yo había llamado su atención y eso era bueno.

—Claro lo haré —sonreí amablemente.

Miré a una chica deslizarse por la banca a su lado.

—Me ayudas con esto —le pidió y él asintió amable.

Okey, tal vez no estaba interesado en mí y era amable con todo el mundo.

—Nos vemos —me despedí dejando un beso en su mejilla, por algo se empieza, él me miró extraño y se limpió con la manga de su camisa.

Yo sólo reí por lo tierno que se veía eso.

Miré a Changbin en la cancha de básquet y lo esperé afuera sentándome en las gradas a lado de Félix y Hyunjin.

—¿Cómo van? —pregunté.

—Yo perfecto —dijo Félix, Hyunjin no dijo nada y sólo rodó los ojos.

—¿Y tú?

—Changbin es un hijo de puta —ellos se rieron—. El problema no es sólo su aspecto, él no se ve como un chico al que le guste meterse en la cama con cualquiera, apuesto a que es virgen.

Ellos asintieron y suspiraron.

Por fin mi amigo que era un enano andante, Changbin salió todo sudado de la cancha y aproveché para golpear fuertemente su espalda.

Se quejó y me miró con ganas de golpearme.

—Te lo mereces —le dije sonriendo.

—Oh~ Ya entendí —dijo sonriendo—. ¿Ya lo conociste?

Tenía que hacer algo más que sólo dejar que me enseñe dos horas, tenía que acercarme a él y hacer que confiara en mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tenía que hacer algo más que sólo dejar que me enseñe dos horas, tenía que acercarme a él y hacer que confiara en mí.

No regresé al departamento que comparto con Minho y mejor decidí esperar a mi chico.

Pero se hicieron las cinco de la tarde y él no salía de la biblioteca.

Media hora después él apareció en mi vista y fue hasta la entrada de la escuela.

—Oye, Jeongin, espera.

Se detuvo y de nuevo me miró como si yo fuera un bicho raro.

—Como agradecimiento déjame llevarte a casa.

Hizo una "oh" con su boquita y asintió.

Eso fue demasiado fácil.

Eso fue demasiado fácil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sólo una semana ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora