ABRETE MAS

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Me estaba probando un vestido, mientras ryan me esperaba, así que él podía escoger que vestido le gusta, para que cuando me lo ponga el me lo pueda quitar, total la cuenta va por él. Claro que como siempre ryan siendo el tipo fuckboy le coquetea a quien se le ponga en frente y siendo un empresario y mafioso anda con mil personas atrás de él cuidándolo.

No sabía cómo decirle que quería salir sola, desde que lo conocí siempre andan 10 o 20 tipos atrás de mi cuidándome, la mayoría de los días desde que vivo en su casa siempre me quedo sola con la señora del aseo, la cocinara y más guardaespaldas, cada que bajo a desayunar o comer las que me traían la comida siempre me hacen mala cara, como detesto eso. No me dejaba salir con amigos ni amigas, tampoco sabía cómo decirle que tengo que salir hoy en la noche tengo que salir y claro que no le iba a decir que iría ver a mis papas, porque iba a hacer claro que me iba a encontrar de una u otra manera, todavía no puede saber que soy la que heredo la jefa. Pero como le digo que los viernes, sábados y domingos, aparte de ser una diseñadora reconocida por varias partes del mundo, jefa la mafia más reconocida de Italia, también era stripper.    

Después de quedarme parada posándole un vestido más trasparente con aberturas por todas partes, en un color divino, por cierto. Escuche decir...

- ¿Te llevaras ese? - pregunto 

- ¡SI! pero vere en otras tiendas - respondí

Pasamos por una tienda muy reconocida para mujeres >>VICTORIA'S SECRET<< 

- Pasaré a comprar unas cosas acá

- No es necesario que pases, todo lo que hay acá es tuyo, así tienes más cosas para modelarme.

-No es necesario comprar todo. - me callo con su mano, mientras mandaba a que pagaran

Saco de su cartera una tarjeta negra con dorada, sin límites.

- Iré a trabajar unas horas, espérame para comer y después me modelaras todo lo que compres.

En cuanto se fue, tome el celular y le marque al jefe del club.

-Gilbert, hoy no poder dar show al club, tuve un inconveniente, luego te cuento chao. - colgué sin decir una palabra más.

Horas más tarde llegue a su casa y todavía no había llegado, lo quería ver, así que me puse uno de los vestidos que compre para enseñárselo y ver qué opinaba de cada uno, después de unos treinta minutos llego. Escuche que venía subiendo las escaleras y entro a su cuarto, tome mi celular y le mande un mensaje de texto.

>>Te espero en el cuarto especial<<

Quería enseñarle un vestido y una lencería exclusiva que no cualquiera lo tiene. Termine de ponerme el vestido, era hermoso se ajustaba a mi figura, en color negro uno de mis colores favoritos, era abierto de los lados y en la parte de la cintura, tenía cintas cruzadas todo lo demas era abierto.

Entre a la habitación y él ya estaba sentado en un sillón con unas esposas en la mano, sentí una sensación rara como si no fuera a terminar nada bien ese encuentro, se sentía la tención rara no como las comunes que siempre tengo, deje pasar mis pensamientos, camine unos pasos asta y detenerme junto frente de él, sentí como su mirada recorría cada parte de mi cuerpo.

- ¿Te gusta lo que vez o no? - pregunte.

- ¡Lo compre especialmente pensando en ti! - aclare 

- Si así vamos a jugar me encanta- respondí con una sonrisa en su cara.

- Dame las bragas- hablo sin esperar una sola palabra, esperando a que se las diera.

Me negué en un tono burlón.

- Elayne, obedécele a tu amo o si no te castigare.

-No estoy utilizando bragas, por eso no te lo puedo dar.

- ¡ACERCATE!

Camine unos pasos más hacia estar frente a él, me tomo de la cintura y me empujo a la cama, se levantó del sillón de donde esta y se subió a la cama donde me había aventado, se subió arriba de mí, tomo mi mano derecha y me esposo hacia la cama, después tomo mi mano izquierda y saco otras esposas de su bolsillo derecho de su pantalón y me esposo, levanto la parte de enfrente de mi vestido.

-Suéltenlo para mí con tu boca.

voltio a verme sin parpadear.

-Sujétate bien de las esposas-.

Con una mano me tocaba y con la otra me callaba no pasaron ni tres segundos y ya me había hecho un squirt , sentí tanto placer que en ese momento mis piernas me habían quedado como un bambi recién nacido.

- ¿Quieres más?

Accedí sin pensarlo, mi subconsciente me delato.

-Entonces ábrete más-

Sentí como poco a poco iba acelerando sus movimientos.

-Córrete elayne, necesito volver a sentirte en mis dedos otra vez.

- ¿Que fue todo esto?

- UN ORGASMO

- ¿Nunca habías sentido uno?

-Si, pero no de esta manera.

- ¿Me estas queriendo decir que soy el primero en.... hacerte sentir un ... orgasmo?

-Lo eres.


LA OBSESIÓN DE UN MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora