HEARTBREAKER ❀ Minchan

1.

Chan amaba la temporada invernal. Usar guantes cálidos y gorros graciosos que muchas veces hacían juego con los de su mejor amigo Jisung. Ya sea que él use uno de lobo y su amigo la versión de conejo, o el mismo modelo en diferentes colores. Para él, es el tiempo donde la mejor calidez es la que podías sentir en compañía de seres queridos, de una rica taza con café y con algo de suerte, un buñuelo azucarado. Él solía decir que era la fiebre de la temporada que lo hacía sentirse enamorado de la vida, Jisung respondía que Chan siempre estaba encantado con todo y no estaba lejos de la verdad, Bang amaba su vida, sus oportunidades y retos, tal vez su versión más joven sentiría asco de verlo tan enamorado de las cosas porque solía creer que todo era una mierda, pero cuando aprendió a estar en paz consigo mismo las cosas mejoraron de forma notoria.

Tiene dos hermanos adoptivos, Hannah y Lucas, los tres fueron adoptados por una pareja de conectados, todos en diferentes edades y tiempos pero el amor que se tenían era mayor que incluso el de muchos hermanos biológicos. La pareja no podía tener un hijo de sangre pero eso no fue un impedimento, decidieron brindar alegría a niños que no tenían la suerte de tener alguien a quiénes llamar padres. Chan adoraba a sus papás no solo por el hecho de que darle la oportunidad de vivir una vida fuera del orfanato, nunca esperó que sus padres fueran destinados, aunque la idea de amar y ser amado por tu alma gemela era grande eran pocas las parejas que podían vivir esa dicha y es que el mundo es enorme, coincidir era el verdadero milagro.

Y viendo ese gran amor que se tenían, Chan creció adorando la idea de tener algún día un amor así. Él deseaba con fervor conocer a su "otra mitad" como decían los anuncios de la parte privilegiada que se encontraba en ese mar de gente. Aunque no todo era un camino sencillo para esas personas. Si bien, conocer a tu anhelada otra mitad era algo gratificante y traía consigo virtudes como una carga enorme de energía y mayor felicidad, también había un lado amargo. Los destinados no podían estar mucho tiempo lejos del otro, pues una serie de malestares físicos y psicológicos empezaban a consumirlos, en el peor de los casos morían de un infarto pero esto era más probable solo cuando alguno moría, pues sus cuerpos parecían estar conectados.

Por eso también se les conocía de esa forma, como conectados.

Aunque aquello era, y lo reconocía, tenebroso, no evitaba que la parte positiva fuera lo que resalte para él. Chan anhelaba amar y ser amado con la misma dedicación, pues había tenido amoríos anteriores y la mayoría carecía de ese compromiso debido a que no había algo "formal" al no ser conectados. No es que no pudieran amar a alguien más, es que mucha gente no sentía el mismo compromiso y eso había hecho que el concepto de una relación sea distorsionado para muchos, Chan no era así, pero no había tenido suerte encontrando al menos alguien que pensara como él.

Conocer a tu destinado podía ser toda una travesía, aunque deseaba hacerlo, una parte de él deseaba esperar unos años, después de experimentar muchas cosas pues la idea de depender de alguien hasta para mantenerse vivo era incluso una gran carga. Recuerda haber leído alguna vez estadísticas respecto a ese tema, donde aquellas parejas que se encontraban vivían incluso unos años más que el promedio de personas que no lo hacían, pero al morir uno, era cuestión de días para que el otro muriera al no soportar la tristeza.

Lo llamaban muerte por corazón roto.

— ¡Chan! ¡Mira! —escuchó la voz de Jisung, que ahora señalaba la tienda de discos—. Vamos, escuché que hay uno nuevo de Marina.

Chan pone sus ojos en blanco, quería llegar a casa temprano, pero al final cede por la emoción de su amigo y lo sigue con una sonrisa. No iba a mentir, en parte era porque entrar a esa tienda significaba salir con uno o dos discos y una promesa rota respecto a ahorrar, ¿Pero qué más daba? Si podía compartir unos momentos más de diversión con Jisung valía la pena.
Conocía a Jisung desde la secundaria, ambos tenían doce años en ese entonces y desde el primer momento se habían vuelto inseparables, su amigo no tenía el mismo deseo por conocer a su alma gemela, decía que amaba la libertad de escoger y le aterraba la idea de necesitar de otra persona así que muchas veces evitaba sitios muy concurridos, aunque el mismo Chan decía que las probabilidades de encontrarlo eran muy bajas pues podía estar en cualquier parte del mundo, eso no bastaba para que Jisung baje la guardia.