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Chan pudo evadir sus responsabilidades por dos días fingiendo que los síntomas del primer contacto lo habían afectado, su madre le creyó, pero al tercer día tuvo que reincorporarse a su vida diaria, no tenía forma de prolongar lo inevitable más tiempo.

Tras el primer contacto con tu alma gemela una de las partes, o ambas, podían experimentar síntomas los días posteriores, un poco de dolor de cabeza, náuseas, dolor corporal, fiebre, algunos lo describirían como esa pequeña reacción que suele ocurrir ante algunas vacunas ya que tampoco era un dolor insoportable o preocupante. La madre de Chan, en su tiempo, experimentó solo un poco de fiebre. En realidad, Chan no había sentido nada malo, pero no quería ir a clases, no quería salir de su hogar porque temía encontrarse a Minho pero tampoco deseaba quedarse ahí porque es consciente que el chico sabe dónde vive y teme que en cualquier momento vaya.

No puede evitarlo.

Faltar dos, tres, ocho días a clases solo le afectará a él, porque al final tendrá que ver de nuevo a Minho pues no pueden estar mucho tiempo lejos. Definitivamente eso no sonaba tan bien ahora como en algún momento lo hizo.

— Toma, Chan —dice su madre, dejando una hoja sobre la mesa—. La redacción a mano y firmada para que puedas tramitar tu justificante, aclaré que fue por síntomas de contacto así que no tendría que haber problema.

Algo se retuerce en el estómago de Chan, las palabras de su madre solo le recordaban que todo eso era real, que había encontrado aquello que tanto buscó pero ahora solo deseaba nunca haberse acercado hasta aquel aroma dulce en contraste a la amarga escena que presenció.

— ¿Tenemos qué decirlo? ¿No podríamos decir que fue por otro malestar?

— Oh, no, Channie. Todo eso se debe informar, si en algún momento requieres un viaje escolar o algo, coordinación académica debería tomar en cuenta tu situación. Además, a veces podrías experimentar cierta apatía o dolor si tú conectado está enfermo, deben saber de eso.

Chan se queda en silencio mientras mueve con tu tenedor la yema del huevo en su plato.

— Está bien.

— Cariño, ¿Pasa algo? —la mujer toma asiento junto él y posa su mano sobre la impropia.

— No, todo está bien.

— Sabes que no puedes mentirme. Eras el más emocionado por gritarle al mundo que cumpliste tu sueño de encontrar a tu alma gemela, pero ahora quieres ocultar el hecho.

Chan suspiró mientras deja el tenedor sobre la mesa tras haber estado jugando de forma distraída con el desayuno.

— Creo que solo estoy preocupado por todo lo que se ha dicho en las noticias, ¿Sabes? No parece el mejor momento para presumir esto.

— Oh, lo olvidaba, es cierto. Que aterrador saber que hay por ahí una persona loca que ataca a los destinados. Tu padre y yo también hablamos un poco al respecto.

La mujer se estremece de pensarlo.

— Solo procura que no te afecte demasiado, ¿Si? —agrega—, no podemos dejar de hacer nuestras vidas ni de emocionarnos por lo que nos gusta, por este tipo de situaciones.

Chan asiente, sabe que hasta cierto punto está a salvo, Minho no lo mataría, aunque una parte de él no se siente segura de saber que hay más maneras en las que puede lastimarlo. Decide comer rápido su desayuno pues aunque no tiene apetito no desea levantar más sospechas ante su madre ni darle mayor preocupación porque sabe que se interesará en el tema y es algo que no puede hablar.

Decide hacer sus cosas de la mejor manera, quiere olvidar por un momento que está atado a un futuro incierto. Y no lo malinterpreten, Chan sabe que el futuro en general es de esa forma, pero antes sentía que estaba bajo las reglas del destino y ahora se siente en manos de Minho.

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⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

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HEARTBREAKER ❀ MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora