La platica decisiva (ultima parte)

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La habitación se había llenado otra vez de silencio, lo único que se podía escuchar era la respiración de los dos presentes, y el sonido de un reloj que había en la habitación, las respiraciones de ambos era hasta cierto punto algo calmadas y prácticamente inaudible para el contrario, el reloj que se encontraba en la habitación era un reloj normal, no eléctrico, lo cual podría parecer extraño pero al ser un hotel cinco estrellas los que se encargan de la decoración pensaron que le daría un toque más elegante. El sonido de las manecillas del reloj moviéndose era el sonido que más se escuchaba en toda la habitación, ese sonido había hecho que el ambiente de la habitación se tornará algo extraño para los que se encontraban en la habitación y hasta cierto punto incómodo, que irónico, el silencio que hace unos minutos era cómodo y reconfortante para ambos ahora se había convertido en ese silencio en el que ya los dos se sentían algo incómodos

Las palabras que habían dicho hace unos segundos y que en el momento la voz de ambos había sonado muy firme, cosa que había dado a entender que ambos estaban decididos a platicar sobre ese tema que los agobiaba, ya no tenían importancia, ahora parecía que nunca las habían dicho, es firmeza al hablar de ambos, esa determinación que se escuchó en sus voces, esa seriedad con la que dijeron las palabras, dejó de importar al momento en el que ambos decidieron hacer caso omiso a las palabras

Pero uno de los dos presentes en aquella habitacion no podía permitir que esas palabras quedarán en nada, no podía permitir que hicieran como que esas palabras nunca existieron, si bien el había hecho un pacto de silencio no hablado, creado al momento en el que se quedaron callados, había llegado el momento de romperlo, no podía permitir que se diera un nuevo tema de conversación ya que aunque no estaban hablando y aunque parecia que lo que habían dicho hace uno momento ya no tenía importancia uno de los dos tenía cierta urgencia de romper el silencio porque sabía algo que el contrario no, algo que no iba a decir en su totalidad y sólo diría una parte ya que no quería preocupar al otro presente en la habitación, así que se armó de valor y finalmente pudo pronunciar unas palabras

—Lio...— dijo ochoa casi susurrando para si mismo, en el fondo el guardameta mexicano rogaba para que el argentino no lo escuchara, pero para su suerte el contrario si logro escucharlo, lo volteo a ver lentamente esperando a que el otro hablara, cosa que no tardó mucho en pasar cuando el mexicano se dio cuenta de que si lo habia escuchado —¿Que vamos a hacer ahora? No creo que me queden tantos días aquí en Qatar y la verdad me siento algo triste al saber eso — dijo el portero mexicano notándose algo de nerviosismo en su voz, si bien no comunicó exactamente lo que quiso decir eso podía ser una especie de introducción, el mexicano decidió que sería buena idea voltear a ver a su amado, pero cuando cruzaron miradas ochoa pudo notar que la mirada que el argentino le había dedicado era una mirada que expresaba el interés que tenía el argentino por lo que había dicho, una que expresaba también el amor que él contrario le demostraba y por un instante realmente corto sintió que todo lo que pasaba en el mundo exterior ya no importaba, solo importaba es mirada que le había dedicado, aunque en el fondo de sus pensamientos sabía una parte de lo que había dicho anteriormente era una mentira, se reprocho internamente porque ese instante no era momento de pensar sobre aquello

El argentino vio como el mexicano le regresaba una mirada llena de amor, pudo apreciar como las mejillas del contrario empezaban a tomar un tono rojizo y como esos ojos cafes que tanto adoraba tomaban un brillo que se dio cuenta que solamente lo adquieren cuando estaba junto a él, también pudo admirar como lentamente una pequeña pero linda sonrisa nerviosa se formaba en su rostro, se quedó callado unos segundos admirando las facciones del contrario, el realmente amaba a Guillermo y quería demostrarle eso pero las palabras no eran suficientes para representar cuanto lo amaba y todo lo que daría por él, tal vez las acciones que el argentino pudiera realizar le demostrarían a Guillermo cuánto lo amaba y que ese amor que sentía era verdadero. Pero en este instante no podía demostrarlo con acciones, así que lo intentaría con palabras

—No lo se Guille— Contestó en un tono calmado, después empezó a tomar lentamente las manos del contrario, tomándolas con sumo cuidado y delicadeza, como si se tratara de algo de cristal, comenzó a acariciarlas suavemente con sus dedos pulgares e inconscientemente una sonrisa se formo en su rostro— Pero quiero que sepas que soy capaz de dejar todo por ti, mis amigos, mis pasatiempos, mi vida, dejaría todo eso y más solamente por ti, porque te amo demasiado Guillermo y no existen las palabras para decirte cuanto te amo y cuanto daría por ti. Te prometo que haré todo lo que pueda para hacer que estos últimos días que te quedan en Qatar sean inolvidables

Esas palabras que el contrario le había dedicado hicieron que la sonrisa de Memo se volviera un poco más grande, sus mejillas adquirieron un color más rojizo y su corazón se empezó a acelerar, esas palabras realmente habían llegado a su corazón, pero de un momento a otro un pensamiento se cruzó por su mente, un pensamiento no muy alegre, ¿Que tanto esta relación podría afectar a la carrera de ambos? Si bien ya había pensado en esto anteriormente no le había dado tanta importancia ya que sentía que juntos lo podrían resolver, sentía que juntos podrían resolver cualquier cosa, pero por alguna razón en ese instante sentía que ahora eso era difícil

Tal vez lo mejor sería que se separaran, tal vez sería mejor para la carrera de su amado, tal vez sería lo mejor para su salud mental, tal vez sería lo mejor para ambos

Además, no le había dicho a Lio la verdad completa y la verdad ya no veía oportunidad de decirsela

—Lio, muchas gracias por siempre estar para mi, en verdad te lo agradezco, pero siento que ahora mismo si continuamos con esto saldríamos perjudicados ambos, especialmente tu, quiza lo mejor sea separarnos porque sinceramente siento que si continuamos juntos podría arruinar tu carrera— las palabras que había dicho anteriormente fueron en un tono triste y desalentado

Lionel no podía creer lo que acababa de escuchar, ¿En verdad su novio había dicho eso? ¿En verdad estaba dispuesto a tirar a la basura tantos años de una hermosa relación? simplemente no podía creer las palabras que habían salido de la boca de su amado

—Guille... ¿Te estás escuchando? lo que estás diciendo es una completa estupidez ¿Cómo puedes siquiera pensar eso? Yo te amo demasiado Memo, más que a nada en el mundo, no puedo imaginarme una vida sin ti y tu de un momento a otro quieres terminar con esto ¿Qué demonios te pasa?— en la voz del argentino se podía notar una mezcla de emociones pero las más notorias eran la ira y la preocupación, por más que intentaba buscar una razón por la que la persona que tanto amaba quería terminar con él, no la encontraba, quizás había hecho algo mal, quizá habia dicho algo que no le gusto pero luego se dio cuenta de algo que había dicho el mexicano

Cuando Guillermo estaba a punto de hablar y darle una razón del porque quería terminar con el, fue interrumpido por el argentino

—Guille— en su voz se podía notar bastante de dolor y tristeza —¿Que acaso te importa más lo que digan los demás que nuestra relación?— pregunto Lionel a Ochoa, quería una respuesta y no una respuesta ambigua, eso se podía notar en su mirar que se volvió un mirar tenso y a la vez triste, el argentino en verdad se moría por saber si lo que había intuido era cierto

—Yo...— dijo el portero mexicano algo nervioso, se quedó en silencio unos segundos para pensar su respuesta, si bien ya sabía lo que le iba a contestar antes, ahora no tenía idea de que decirle

Nota

Feliz navidad, espero que se la pasen bien, no como yo que apenas va iniciando y ya estoy mal, no vuelvo a decir que voy a actualizar cierto día, a lo mejor y mas al rato subo nuevo capitulo ya que la verdad no creo que me la vaya a pasar muy bien hoy y cuando eso pasa me dan más ganas de escribir. 

Nos vemos

El último encuentro (messichoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora