Relatos de Terror

El duende de la montaña

Cuando era niño vivía en una hacienda o finca, retirada de la ciudad.
El dueño de la finca de vez en cuando iba a visitarnos acompañado de su esposa e hijos y de paso, ver sus tierras.
Cerca del lugar había un riachuelo que tenia una piscina natural, el agua era muy cristalina. en el centro habia una roca bastante grande y sobre ella, en ocaciones se podía visualizar huellas de pies, muy pequeña "parecida a la de un niño".
Cierto día llegaron como de costumbre, el dueño de la finca y su esposa.
Era un día normal y siempre me la pasaba jugando solo ya que no tenia con quien jugar, pero me sentía bien, pues ya estaba acostumbrado.
La esposa del dueño de la finca, le hizo una pregunta a mi madre, diciendole;
-Disculpe siempre he querido hacerles una pregunta acerca de su pequeño, se que no deberia,
Mi madre le respondió,
-Tranquila no se preocupes estamos en confianza, así que hagame, cualquier pregunta que desees.
- Bueno gracias, respondió la Señora!
Y continuó,
-siempre que vengo notó que su hijo no tiene con quien jugar, o es lo que parecé, siempre lo veo solo en la exquina jugando.
Mi madre respondió,
-Ha si, lo que sucede es que, como veras
no tenemos mas hijos y estamos apartados de la ciudad. Motivo que le impide jugar con otros niños, aunque claro a veces mis hermanas cuando vienen a visitarme siempre traen a sus hijos y se entretienen mucho.
-Comprendo! respondio la Señora, luego le Comentó que tuviera mucho cuidado de no dejarme ir al riachuelo solo ya que por esos lugares se a escuchado cosas de índole misteriosa.
Segun nos dijeron, unas personas que anteriormente, vivían aquí. y que perdieron a su pequeño lo dieron por desaparecido y jamas lo encontraron, nunca encontraron un rastro del niño.
-Dios mio, exclamo mi madre.
Y la Señora prosiguio hablando y le comentó, que cierto demonio cuando ve a los niños solo, dando vuelta por el riachuelo, suele llevárselo y jamas lo encuentran".
-Gracias por las informaciones y estaré pendiente de mi hijo, aunque el nunca se apartado ni medio metro de la hacienda. Respondió mi madre.
Y la Señora le dijo,
-Siempre hay un día, así que no se descuiden y sigan mis consejos.
La casa era de dos pisos en madera y quedaba ubicada, detrás de una pequeña montaña.
Siempre dormía con mis padres en su habitación en cama diferente.
Pasaron los días de visita de los dueños de la finca, los cuales decidieron marcharse porque tenían algunos compromiso que cumplir.
Esa misma noche desperté como de costumbre pero en esta ocasión en la entrada de la habitación llorando y estaba muy asustado.
Mis padres salieron deprisa de su cama y fueron a por mi llevándome a mi cama"
Mi padre empezó a preguntarme,
-Que había sucedido? ¿Porque estabas llorando? y a la entrada de la habitación?
Mis padres estaban muy nervioso y lleno de curiosidad.
Solo le respondí;
-Alguien me tomo en sus brazos y me dejo aquí, tenia planes de llevarme.
Mis padres sorprendido empezaron a dialogar y a preguntarse que fue todo aquello?
Volviendo a su cama.
Luego tuve un sueño donde una especie de espectro se acercaba a mi cama con mucho sigilo, y me cargaba, empezaba a sonreir, entre en pánico rápidamente, y solo le veía sus filosos dientes y sus ojos blancos.
Entre su rostro negro había unas clases de símbolo bastante extraño, luego empezó a caminar lentamente hacia la salida de la habitación y cuando llegamos a la puerta, empezó a señalarme con su dedo, hacia la cima de la pequeña montaña y se veía claramente la silueta de un pequeño hombresito vestido de negro y con un sombrero.
Empezó a llamarme y hacerme seña con sus manos, el miedo me embargo e intente gritar y no podia era algo extraño.
Cuando termino de salir de la habitación, intente gritar y esta vez lo hice mas fuerte. El expectro que me tenia cargado me bajo al piso y empezó a desaparecer, fue cuando desperté llorando.
El duende o lo que sea que estuviera hay, queria sacarme de casa y llevarme con el".
Nunca logré descifrar sus planes con exactitud, pero lo que se es que aun sigo vivo y esa entidad no logro su objetivo.