Relatos de Terror

El demonio de las cadenas

Hace un buen tiempo vivía en un residencial y erán alrededor de las 10 de las noches, cuando ocurrió un hecho que consternó a todos lo que viviamos en esa localidad.
La luz siempre solía irse y en todos los alrededores se encontraban sin luz quedamos en completa oscuridad, ya estabamos acostumbrados a los cambios de la luz;

Empezamos a escuchar un fuerte sonido o gritos como salido del infierno y de repente la tierra empezó a moverse;
Unos de los vecinos salió y con su linterna empezó alumbrar, para ver si había algo halla afuera en medio de toda esa oscuridad;

Según él había una silueta de un hombre y se veía con solo una pierna, y desforme;
Al percatarse de eso, entró rápidamente a su casa cerrando la puerta fuertemente.

La silueta del hombre que apareció en la calle, se veía algo sombrío y tenebroso, se veía como un muerto viviente y lo mas extraños era que había unas cadenas en el suelo y formaban una pierna y para poder caminar, saltaba con la misma pierna.

Mientras lo hacia, golpeaba la tierra muy fuerte hasta hacerla temblar, todos estabamos muy asombrado de lo que estaba ocurriendo y empezamos a rezar, esa entidad empezó a golpear a todas las casa a su alrededor y hacer un ladrido como si se tratara de un lobo, todas las paredes se movían.

Todo se había convertido en un caos, el mismísimo demonio había salido del infierno y ahora estaba en la tierra.
No podíamos creer lo que estaba pasando en ése momento y para el colmó la luz no hubiese llegado.
-Dios tenga misericordia, que sera todo estó.
Me dijé mientras seguía cerrando las ventanas y me encontraba con mi esposa, y ella tenia mucho miedo y le dijé;
-No te preocupes muy pronto todo esto pasara, además estoy contigo amor, luego de un tiempo de pánico y desesperación.
El demonio desapareció y como acto de magia la luz regresó.
Al dia siguiente notamos que todas las paredes de los apartamentos estaban sin pinturas y rallados, como si un animal lo hubiese rayados con sus garras.
Todos estabamos en pánico y llenó de miedo, pero lo importante de todo ésto es que gracias a Dios seguimos con vida.