Te estoy observando

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Desde que tenia 10 años de edad, una sombra me ha estado observando y persiguiendo, siempre me a visitado de manera ordinaria y simple llevando un sombrero, y un traje de color negro;

Sus ojos brillantes de un rojo vivo, parecidos a la sangre con una llamarada parecida a la del sol;

Al mirarme sentía que mi piel se quemaba y de manera automatica empezaba a llorar muy fuerte de miedo, hasta el punto de hacer que mis padres entraran a mi habitación a ver que me estaba sucediendo;

Nunca le conté a mis padres lo que estaba sucediendo, no quería involucrarlo en nada de lo que me estaba ocurriendo y para mi mala suerte, estaba viviendo, ésa sombra o demonio quería algo de mi, y para ser franco no se realmente lo que éra;

una noche cuando terminé de cenar, me fui a la cama, alrededor de las 10 p.m y sentí qué ése ser demoníaco me despertó, eran alrededor de las 2 de la mañana;

Cuando abrí mis ojos, noté que había alguien observándome y en la habitación se sentia esa sensación de miedo, era como si estuviera en el mismísimo infierno;

La sombra estaba al frenté de la puerta, mirandome detenidamente, en mis manos tenía una pequeña linterna, así que pensé alumbrar para no sentir tanto miedo, bueno fue lo que me llego a la mente;
Esa misteriosa sombra, permanecía hay como si nada mirándome, mientras sostenía una macabra sonrisa, me quedé paralizado mientras lo seguía alumbrando;

El miedo y la angustia fue tanta que intente gritar pero no tenía voz solo pudé taparme con una cobija y rezar, fue bastante horrible, asi que hable con mi hermana y le explique la situación, decidió cambiar de habitación conmigo y me dijo que no tuviera miedo, que a veces solo son cosas de la imaginación;
En ocasiones, ella también veía lo mismo y le costaba dormir, así que se nos ocurrió encender velas y poner inciensos al lado y rociar agua bendita por todos lados pero eso era inútil, las veladoras se apagaban al instante, como acto de magia, llegué a un punto, que la única alternativa, era ponerme a rezar, para sentir al menos algo de tranquilidad tal vez o para recibir alguna ayuda divina;

Ya no pasa muy seguido, tengo mucho que no veo a esa entidad, pero aún se siente como una sensación extraña de que alguíen me sigue observando y vigilando, aunque ya no veo la sombra, sé qué está en algún lugar con la mirada en mi, vigilando todos mis pasos.

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