Sueño 1

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Personaje(s): Inuyasha.
Anime: Inuyasha.
Advertencia: Ninguna.

Laguna Ámbar

    Sentía la adrenalina correr por cada parte de mi organismo, compaginando simultáneamente con el ardor que sentía en mis pulmones debido a la respiración entrecortada que tenía, obligandome a tomar grandes bocanadas de aire pero sin permitirme a detener mis piernas, las cuales corrían lo más rápido que podían por aquel denso bosque.

"¿Cómo terminé así?"

No lo sé. No lo recuerdo. Así como tampoco sé cómo llegue aqui. Lo único que sé con toda certeza es que si me detengo ahora terminaré siendo devorada por una escalofriante Anaconda de tamaño descomunal, la cual, me está persiguiendo desde hace unos minutos nada más verme en medio del bosque.

Sentia todo mi cuerpo adolorido, mis brazos estaba lleno de raspones debido a que los he utilizado como escudo para apartar todas las ramas y pequeños arbustos que obstaculizaban mi camino y mi corazón estaba retumbando fuertemente contra mi caja torácica pero nada de eso impedían que siguiera corriendo, por más que me dolieran las piernas y se me escapara el aire cada vez más, no podía ceder cuando el sonido de algo grande y pesado arrastrándose contra la hierva y hojas secas se hacía cada vez más fuerte... Más cerca.

El miedo y el horror estaba marcado en cada poro de mi piel. El nudo en mi garganta se incrementó y mi visión se torno borrosa debido a las inminentes  ganas de llorar que se hicieron presentes al escuchar a la enorme criatura sisear atrás de mí.

¿Así se sienten los animales cuando son cazados por sus depredadores? Pues ahora los compadecía y entendía perfectamente pues la sensación es horrible en toda la extensión de la palabra.

Aparté bruscamente las gotas salinas de mis ojos cuando noté que había llegado a una especie de claro, dónde se hallaban árboles con diferentes tipos de frutos y flores que me hubiera gustado admirar si no estuviera en la situación en la que estaba.

Varios de esos árboles tenían inmensas lianas colgando de sus raíces y estos eran lo suficientemente altos para estar lejos del suelo, por lo que locamente salté hacía una de ellas, sujetándome fuertemente y comenzando a subir con las esperanza de alejarme de aquella Anaconda.

"No mires abajo, no mires abajo... ¡No mires abajo!"

Entrelacé mis piernas a la gruesa liana, subiendo poco a poco con ayuda de mis manos y tomando impulso con la parte inferior de mi cuerpo, la sensación de vértigo me embargó, pero no podía parar, por lo que continúe subiendo más rápido, tratando de ignorar el constante siseo de la enorme serpiente cuyos ojos rojos me taladraban con furia y diversión nada más ver mis patéticos intentos por huir de ella, y esperando un solo descuido para comerme viva.

Cerré los ojos con fuerza y seguí subiendo, mi objetivo es llegar al árbol, allí estaría segura al menos ¿No?

Que ingenua fuí.

Como si no fuera suficiente mi mala suerte, y justo cuando estaba llegando a tocar una de las gruesas ramas, el árbol de dónde provenía el bejuco a la que estaba sujeta, chirrió, y yo solo pude alzar la vista y ver con pavor cómo la gruesa rama poco a poco cedía por lo que bajé rápidamente la mirada y sentí cómo se me bajó la presión al ver a la víbora tomar con sus fauces el extremo de la liana para empezar a balancearla de un lado a otro, conmigo en el proceso.

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