Donde Daenyra Targaryan, melliza de Rhaenyra Targaryan tendrá que enfrentar a todo aquel que quiera usurpar el trono que por derecho le pertenece a su hermana.
Y en medio de esta batalla ¿Habrá espacio para el amor?
Quizás, su tío, al cual nunca ha...
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"La reina verde y la princesa"
En el reino se escuchaban las pisadas de el príncipe Raemond mientras se apresuraba a llegar a los aposentos de su madre, sabía que siempre tenía que estar a su lado porque no sabía lo que el que se autoproclamába como su padre, era capaz de hacerle.
La princesa Daeherys, su hermana, llegaba a su lado mientras que se acomodaba el vestido negro que portaba, ambos abrieron la puerta y se encontraron a su madre mirando el balcón.
— Hola queridos. — los llamó con las manos. — ¿Por qué vienen tan apresurados eh?
— Velarys estaba por aquí, y me preocupe. — la princesa rió mientras tomaba el mentón de su hijo mayor.
— Eres tan parecido a tu padre, y tú mi adorada hija. — tomó uno de sus mechones. — Tu hermosura va a romper miles de corazones. — beso las mejillas de cada uno para luego volver al balcón.
— ¿Qué pasa madre? — preguntó su hijo mientras la miraba, su hija se poso a su lado recostando su cabeza en el hombro de su madre.
— Cada día se hace más difícil, hijos.
— ¿El qué? — cuestionó Daeherys.
— Evitar tener un hijo de ese monstruo. — contestó. — Hace años que nacieron, y ahora son grandes pero... Esta empeñado en hacerme parir otro hijo o hija. — rió.
— Princesa, su hermana acaba de entrar en labor de parto. — anunció Sir Graham entrando a la habitación.
— Dioses, ahora voy. — beso la cabeza de sus dos hijos y se dirigió a la salida. — Si velarys pregunta por mi...Inventen algo ¿Bien? — ambos asintieron.
Daenyra salió de la habitación para poder ir a la de su hermana.
Habían pasado cinco años desde su boda, después de los primeros nueve meses de casados nacieron los gemelos de Daenyra, los cuales eran de Daemon, no de su esposo.
El hombre, llamado Raemond, con tan solo cinco años había demostrado ser un excelente guerrero, venciendo a Sir Criston en varias ocasiones, y también a Sir Harwin, el cual era como un padre para él.
La mujer, llamada Daeherys, era una niña hermosa que cautivaba corazones, sus hermosos ojos violetas como los de su madre y su inteligencia la hacían una preciosa niña, era buena con el arco y sabía solo lo básico con la espada, su especialidad eran las flechas.
Ambos sabían que el esposo de su madre no era su padre, y ambos compartían un profundo odio por él al ver como aveces golpeaba a su amada madre y como la humillaba con diferentes insultos.
— ¡Rhae! — llegó su hermana. — Vamos cariño, tú puedes. — la ánimo mientras tomaba su mano.
Al cabo de unos minutos un bebé salió de entre las piernas de su hermana, fue la primera en cargar al pequeño Lucerys Velaryon, al igual que fue la primera en cargar a Jacaerys Velaryon años atrás, el pequeño bebé no paraba de llorar.
