ELLA
Aun estaba en el piso, sin embargo, no por que estuviera durmiendo; sino por que ahora estaba totalmente confundida. Me quede sorprendida por lo que había ocurrido esta mañana, y el saber mi nombre...
Seguía recostada cuando el estruendo de la puerta me tomo desprevenida y de un empujón, ese gran y grueso pedazo de metal en forma de rectángulo se abrió y dejo ver a la misma joven que la otra vez
¡LA MISMA JOVEN DE LA OTRA VEZ!
Grite en mis adentros cuando la vi asomarse por esta y en un acto de reflejo, en menos de 3 segundos ya me había adentrado en la pequeña esquina donde la luz no llegaba. En el fondo de mi, no quería que ella me viese y tampoco quería que al igual que todos, ella pensara que soy peligrosa.
Por un instante llegue a distinguir su delicada piel. La chica que tenia en frente era hermosa. Su cabello le caía por debajo de los hombros y no era tan alta sino que era de un tamaño normal. Tenia los ojos de color ámbar y su cuerpo era esbelto. Venia con mi "comida" en sus pequeñas manos y la luz hacia que su sombra se reflejase en la entrada de la habitación.
Me empece a preguntar ¿que hacia tan hermosa chica trayendo "comida" a un, según aquí, prisionero?; pero luego de pensarlo mas detenidamente, supe que yo no sabia nada del exterior y que de seguro, el mundo de afuera era mas complicado de lo que mi atrasado razonamiento podía procesar.
Decidí que debía hablarle de nuevo y preguntarle mas acerca de donde yo me encontraba, pero si lo hacia, tenia que acercarme a ella y hacer que me tenga confianza para poder tener todas, o al menos la mayoría de las respuestas que no pude obtener de aquel chico que vino esta mañana.
Con un pequeño quejido rompí el incomodo silencio de nos rodeaba, pero no fue suficiente por que ella ni siquiera se inmuto; así que decidí ser la primera en hablar, lo cual no fue necesario, ya que como la ultima vez, esta lo hizo primero.
— No es necesario que finjas quejidos para empezar a hablar conmigo— dijo con voz neutra y concentrada en dejar mi alimento en su lugar.
¿Acaso ella lee mi mente?
Dejo aquello en la esquina contraria de donde me encontraba y cuando lo coloco en el piso se puso derecha hacia mi dirección, lo cual hizo que yo la pudiera contemplar mejor.
— En realidad esa no era mi intensión— dije tratando de ocultar mi nerviosismo, pero lo único que logre fue que ella mirara a mi dirección con una expresión de sorpresa
—Entonces, ¿cual era?
Por un momento pensé que ella me miraba directo a los ojos y temblé en reacción a eso. Ella camino hacia la pared detrás de ella y se recargo en esta; levanto su barbilla y dio un gran suspiro.
¿De donde viene esa actitud de tranquilidad de parte de ella?
Fue lo que me pregunte mientras la miraba atentamente. Cuando la vi por primera vez ella actuó seria y distante— lo cual no me sorprende viniendo de las personas que entran a este lugar—pero ahora; ¿ella quiere iniciar una conversación?
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Alas tatuadas.
Fantasy¿Que harias si tu mundo se reduce al encierro?.... Allehia es una chica de 17 años que solo conoce un cuarto con 4 paredes, un pequeño espejo y sus voluminosas alas negras que cuelgan de su espalda; pero lo interesante es ¿que hara? cuando descubra...