EL
Abrí mis ojos y como siempre, al intentar moverme las cadenas chirriaron, moví mi cabeza y me despeje de lo adormilado que estaba.Trate de mover circularmente mis muñecas pues estas estaban dormidas he hinchadas y me fui levantando del piso; este estaba húmedo por la noche y se tardaría tiempo en secar.
Sabía que hoy era el día y lo que tenía que hacer. Solo tenía que esperar un pequeño momento más.
* * *
ELLA
Me quedé inmóvil mientras él pasaba su mano por mi hombro y la deslizaba por mi brazo. Su respiración se aceleró, y no sabía exactamente por qué si era él quien me estaba intimidando.
Decidí no caer en sus macabras palabras y le respondí:
-Yo no tengo nada que tu quieras tener
Se removió y se alejó de mí. Me miró de la manera más profunda que había visto en mi vida; me sonrió y se bajó de la cama. Me dejo ver su espalda mientras se acercaba hacia la puerta y antes de marcharse se volteo; vi que movía sus labios diciendo algo pero no alcancé a escuchar.
Cuando terminó dijo:
-Claro que tienes algo que quiero, pero no sabes qué es.
Solo cerró la puerta, las cadenas desaparecieron y mi intriga aumento.
Simplemente ya me canse de no saber nada.
Después de que se fue ayer, me levanté de la cama y comí lo que me habían dejado. Últimamente me daban mejor alimento y eso me extrañaba. Por alguna extraña razón me daba más sueño y aun no olvidaba ese horrible dolor que me había dado. Albergaba miedo de volverlo a experimentar y aun así sin embargo el dia de hoy tenía un presentimiento; no sabía si era bueno o malo pero estaba preocupada. Sentía que algo importante iba a suceder y que eso cambiaría todo.
Me senté en el piso, pues la cama se me hacía demasiado cómoda gracias a todos los años que dormí en el suelo y simplemente espere.
Que raro... Me siento feliz
* * *
EL
Cómo lo previsto, el día de hoy entró aquella chica castaña. Ella es joven. Ella de seguro es fácil de manipular. Me di cuenta la segunda vez que entro a darme de comer; evita mirarme con todas sus fuerzas y para mi conveniencia, falla.
Amaury no sabe mi nivel de poder. El nunca supo lo que yo y allehia somos. El ingenuo piensa que no tengo sabiduría en magia. No sabe lo que yo era en ese entonces. Tal vez pudo borrar los recuerdos de allehia, pero no los míos. Ella no era tan experta como yo; por eso no pudo protegerse y yo estaba demasiado ocupado luchando con todos los usurpadores en ese momento. Pero ahora el momento ha llegado.
No sabe lo que le espera.
* * *
EL
Oí el sonido de la puerta y supe que ella iba a entrar. Me parecía una chica ingenua que no sabia por que atendía al chico que se aguarda en "la cima". Ella era delgada y un poco bajita; tenia los ojos de color ámbar y sus rasgos eran muy finos.Se acercó y se inclinó hacia a mí de una manera moderada. Todos los dias me dan de comer sin quitarme estas cadenas; muy cuidadosamente claro, y ella escondía su rostro en su cabello, tratando lo más posible que la cubriera.
Me di cuenta la segunda vez que entro aquí. Cuando fallaba en evitar mi mirada, pareciera que mi mirada la hipnotizara. Eso me iba a ayudar.
Tomó una cuchara y me dio el intento de sopa en la boca, yo abrí esta en respuesta y así comenzó mi rutinario proceso de alimentación. Me lo daba muy cuidadosamente, consciente de que si me manchaba tendría que limpiarme.
-Tengo sed -dije para tratar de acercarme a ella.
Sin decirme nada, sostuvo el vaso para que yo tomara de él. Tendría que hacerla hablar.
-¿Cómo te llamas?-pregunté en un intento de que por fin dijera una palabra.
E inesperadamente alzó la cabeza y me sostuvo la mirada. En cierta manera cuando la veía no podía evitar pensar en allehia.
-Claire Birratti
¡¡¡HABLO!!!
Era el momento. Tengo que hacerlo. De inmediato la miré y empecé a conjurar un hechizo de hipnosis; con este podría darle órdenes y ella no se resistiría. En realidad, ni siquiera ella sabía lo que haría.
Se dio cuenta pero ya era demasiado tarde, mi ojo izquierdo ya había empezado a trabajar. De un momento a otro todo su cuerpo se tensó y sus pupilas se agrandaron. Ya no podía resistirse. Dejó caer los brazos y supe que ahora estaba a mi merced.
Consciente de que mi ojo brillaba en la oscuridad me levante poco a poco del piso y le empecé a dar ordenes.
-Toca las cadenas - Yo sabía que si alguien ajeno a mí o a Amaury tocaba las cadenas, su estupi sello se rompería. Y así fue.
Ella se acercó mirando al vacío, pérdida en mi hechizo. Las sostuvo un momento y una pequeña luz se desprendió de ellas. Ahora el tiempo estaba contado.
- Rompelas- Le dije y tiro la comida del trozo de metal; lo agarró y lo estrelló en la hendidura de estas. Crujieron y mi muñeca derecha quedó libre, agradeciendo que la circulación pudiera volver a ella. Hizo el mismo procedimiento con la otra y sentí un gran alivio.
Nada me detendría ahora.
- Abre la puerta y guíame hacia la otra prisionera que se encuentra en la cima.
Asintió como un títere. Como mi títere. Se dio la vuelta y la abrió la puerta. Pude distinguir el color tenue del pasillo y supe que no habían guardias vigilando. Era el momento perfecto.
- Por aquí - Me respondió la chica con voz monótona.
No me di cuenta cuando había salido del cuarto. Salí de la habitación con grandes zancadas.
Ya no había vuelta atrás.
Allehia... Por fin nos encontraremos de nuevo.
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Alas tatuadas.
Fantasy¿Que harias si tu mundo se reduce al encierro?.... Allehia es una chica de 17 años que solo conoce un cuarto con 4 paredes, un pequeño espejo y sus voluminosas alas negras que cuelgan de su espalda; pero lo interesante es ¿que hara? cuando descubra...