Capítulo 24

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Esta vez estaba viendo desde lo lejos como tres guerreros intentaban dejar en el suelo a Jacob pero él era tan fuerte y tan hábil que pudo con los tres con facilidad. Ahora entendía porqué no pude vencerlo...

Es que... ¿cómo crees vencer a alguien que ha entrenado toda su vida para ser Alpha? El entrenamiento de ellos es muy diferente al de los guerreros normales porque los guerreros no aguantan tanto como los Alphas.

Solté un suspiro mientras veía como los músculos de mi Mate se contraían y cuando dejó a los tres hombres en el suelo y se irguió para luego acomodarse el cabello hacia atrás con una mano... El sudor que caía por su pecho desnudo y sus brazos...

Entonces sentí que mi cuerpo comenzaba a calentarse y mi parte baja incomodaba. Pero se sentía más extraño... Todo fue como si ellos se detuvieran de golpe, me voltearon a ver haciéndome sentir nerviosa.

-¿Qué? -murmuré.

Jacob olfatea un poco el aire y me mira sorprendido pero enseguida estaba sobre mí mirando fulminante a los demás y gruñendo en advertencia.

-¿Qué pasa?

Con el tacto y la cercanía de Jacob sentía mi cuerpo aún más desesperado. Me ericé sin poder evitarlo. Jacob me mira pero yo no podía quitar mi vista de su cuerpo, apoyé una mano en su pecho sintiendo su corazón acelerado y su respiración pesada.

-Fue todo por hoy. Nos vamos.

Jacob me agarra repentinamente y me jala pero por donde me tocaba me hacía sentir hormigueos. Me lleva casi corriendo hasta la casa donde, al ser de tarde, ya todos cumplieron su horario laboral así que no estaban y Sheyla estaba donde una amiga.

-Jacob... ¿Qué pasa? ¿Por qué...?

Llegamos a la habitación y me volteó a ver finalmente. Miró mi cuerpo con un brillo distinto en los ojos, pareció tragar grueso y apartó la vista hacia el techo como si quisiera calmarse. Yo en cambio no pude no mirarlo otra vez... Aún estaba sin remera y con su abdomen bien marcado...

-Tiene sentido -dice de la nada-. Tu primera transformación ocurrió antes del invierno, o sea... después de la semana de calor.

-¿E..Estoy entrando en celo...? -cuestioné y lo vi asentir-. P..Pero tú... los demás...

-Es tu primer celo y tuviste algo que lo hizo acelerarse... -camina hasta mí de una manera peligrosa para mi estabilidad-. Dime, mi Luna ¿qué ha hecho que te excites hasta entrar en celo?

Su pregunta tan directa me hizo sobresaltar pero aunque no quisiera mi cuerpo fue honesto. Bajé la vista por su cuerpo de nuevo, mis manos en su pecho hormigueaban por su tacto y empecé a jadear. Él lo notó y su sonrisa arrogante salió a la luz.

-Así que... ¿verme te ha puesto así?

-Y..Yo... -él me hace caer en la cama sorpresivamente se coloca sobre mí con sus manos sujetando las mías a los lados de mi cabeza.

-Puedes ser honesta, pero si necesitas una motivación... puedo empezar yo. Realmente tengo que hacer mi mayor esfuerzo para no tomarte en todos lados, eso me provocas todo el tiempo.

Me sonrojé y traté de ocultarme con mis brazos pero elevó nuestras manos hasta estar sobre mi cabeza y evitar que pueda hacerlo. Entonces resoplé.

-¿Te sorprende? Diosa, si estás tan marcado que es tan complicado no mirarte... -solté-. No soy de piedra, Jacob.

Él se sorprende pero ríe animadamente antes de besar mis labios con intensidad. Me deja sin aliento en un instante y luego se separa.

-Sé que no eres de piedra pero aún así debo preguntar... Ahora que estás más consciente que mañana... ¿Quieres pasar tu primer celo conmigo o prefieres no hacerlo?

Aquella pregunta me deja nuevamente sin saber que hacer... Es un mal momento para no saber decidir...

-Y..Yo... es que... Nunca lo he hecho y sé que el celo es algo... bueno... intenso... -hablé avergonzada.

-Es verdad, entonces ¿quieres dejar pasar este celo?

-Pero... ahora eres capaz de controlarte... -volví a hablar sin mirarlo.

-¿Chris?

-Jacob... ¿prometes no... ser tan rudo? -estaba avergonzada pero a la vez quería hacer esto.

-No sé si pueda, me haces perder el control tan fácil... -acaricia mi mejilla con una mano-. Pero puedo intentarlo.

-Eso ya es suficiente para mí.

Me acerqué a él y besé sus labios antes de que pudiera reaccionar. Jacob suelta mi mano para apoyarse mejor y sostenerse. Me sigue el beso y enseguida toma el control de este, una de sus manos acaricia mi cintura y se cuela por debajo de mi remera. Jadeé contra sus labios por tener la piel tan sensible ante su tacto.

Jacob besa mi cuello y deja una mordida de un lado mientras que se concentra en el otro... en una zona específica.

-Mi Luna, ¿puedo marcarte?

-Sí, hazlo...

Enseguida sentí el filo de sus colmillos rozando mi piel y perforándola haciéndome quejar y aferrarme a su espalda.

-¡Ngh...! J..Jacob... -me quejé.

Él separa sus labios de mi cuello pero lame el hilo de sangre que cayó de la reciente herida. Se levantó para mirarme pero yo lo sujeté y fue mi turno de marcarlo a él. Escuché su suspiro que me hizo sentir aún más calor.

Al separarnos y mirar más abajo de su abdomen... noté lo abultado que estaba allí en aquella zona. Me hizo jadear y sentir que mis pezones parecían endurecerse hasta notarse aún teniendo mi sostén y remera.

Tragué grueso, ¿realmente lo iba a hacer? Aunque, bueno... ya no había marcha atrás. Luego de habernos marcado, ambos estaríamos en celo de verdad, ese es un efecto de la marca.

Estaba tan necesitada de él que no podía esperar más. Mi cuerpo se calentaba tanto y mi intimidad estaba inquieta... incomodaba. Lo deseaba tanto en estos momentos que era insoportable.

HUIR ES LO QUE QUEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora