Capítulo 2: Quiero ser libre

31 13 10
                                    

Gabriel Steven

Salimos de la junta con mi papá y nos dirigimos a casa, ha sido una mañana agotadora.

Llegamos a casa y me dirijo a darme una ducha, mientras que mi papá se va a su despacho a organizar sus papales de la junta de hoy.

— ¿Cómo les fue en la reunión? — Pregunta mi madre cuando llegamos a la mesa para almorzar.

— Hubo el acuerdo que queríamos, vamos a tener muchos clientes, eso no lo dudo. — Responde mi padre al sentarse.

— Me alegra oír eso — Habla de nuevo ella.

Hoy en la junta tratamos la baja de precios por la temporada de invierno.

El es dueño del hotel Du Louvre, bueno se adueñó, ya que es un hombre de negocios y así obtuvo uno de los hoteles más conocidos de Francia.

Termino de comer y me retiro a mi habitación, no me gusta estar mucho tiempo en la mesa y más cuando hablan de negocios.

Entro a mi cuarto y voy a cama, agarro mis auriculares para escuchar música, así despejo mí mente de los negocios, juntas y todo lo que tenga que ver con mi padre.

Mientras escucho música me pongo a ver mi cuaderno de dibujos, siempre fue como mi pasatiempo y debo admitir que se volvió un refugio desde que nos mudamos.

Estaba por dibujar pero justo recibo una llamada de mi mejor amigo.

* Hola amigo ¿Cómo estás?*

*Hola Martín, bien pero el trabajo de mi padre no es lo mío y ya no aguanto esta situación*

*Lo sé y te entiendo, debes ser paciente que lo bueno vendrá pronto.*

*Eso espero, ¿Vos cómo estás?*

*Bien, por suerte, un poco ocupado con la universidad pero no es tan complicado.*

*Me alegra oír eso, sabes que si me necesitas aquí estoy.*

*Gracias, lo mismo digo, ¿Que haces ahora?*

*Estaba por dibujar, ya sabes que dibujar me trae tranquilidad*

*Luego me pasas una foto de la obra de arte que hagas*

*Jajaja, tampoco soy famoso para que digas eso*

*Jajaja, dibujas muy lindo y lo sabes, bueno me gustó la charla pero te tengo que dejar porque tengo que seguir estudiando, cuídate mucho y espera que pronto podrás salir de esa situación.*

*Ojalá sea pronto, suerte con la uni y cualquier cosa me escribes, saluda de mi parte a tu familia y nuestros amigos.*

*Gracias y tus saludos serán dados, hasta luego*

*Chau, chau*

Corto la llamada y me siento en la cama a pensar, extraño tanto a Martín, a mis amigos y a mi país en general.

Nos fuimos de Colombia hace 4 años, porque mi padre recibió una oferta de trabajo y luego de eso ahora es dueño del hotel Du Louvre.

No pude graduarme con mis amigos de toda la vida, terminé el secundario en un país que no conocía y que me costó mucho adaptarme.

Quería quedarme pero mis padres insistieron en que era una oportunidad única.

Y lo que más me dolió es que tenía un futuro pensado luego de graduarme pero me metieron en los negocios de papá y ahora no puedo salir, no puedo ser libre.

CurándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora