Capítulo 4: Lejos para sanar

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Sara Castillo

Llego al aeropuerto, voy a la sala de pasajes y mientras espero en la fila decido preguntarle a Brisa como estaba.

Mensaje de Brii❤️

"Hola Sara yo estoy bien ¿Vos?"

Yo estoy... perdida con un montón de sentimientos y sobre todo mucha culpa.

Le estaba por decirle todo lo que me había pasado pero recibo otro mensaje de ella.

"Ya saqué permiso en el trabajo para tomarme una semana de estudios ya que tengo mis primeros parciales del último trimestre"

Y en ese momento pensé que ella estaría ocupada y no la quería molestar con mis problemas.

"Que bueno que pudiste, seguro te va a ir bien"

"¿Cómo estás vos?"

"Estoy bien, también por estudiar, algunas recetas que nos piden para la siguiente clase"

"Que te vaya bien entonces, tengo que regresar a estudiar, te quiero Sara"

Esas últimas palabras me dolieron porque nadie más que Bri, mi mejor amiga del trabajo, la que siempre estuvo conmigo depués de la pérdida de mi abuela era fiel a mi y yo mintiendole para que no pierda su tiempo valioso.

Sin darme cuenta ya había llegado a la atención de pasajes y una chica me pregunta que deseaba hacer.

—  Quiero un pasaje a otro país que esté disponible para esta semana o lo más antes posible por favor — dijo ella.

—  ¿Tiene un país ya decidido? —  Me pregunta la chica.

—  Umm no sé, España, Italia o quizás Francia, el que esté a un precio accesible —  Le respondí.

— Tenemos un viaje a París de 500.000 pesos —

Sonaba muchísimo pero tuve la opción de pagarlo en doce cuotas y eso es lo que hice.

— Bien entonces hago todo el trámite de la visa, para el 28 de octubre quiero viajar — 

Esa fecha era el pago en mi trabajo así podría pagar un pago del pasaje junto con lo que tenía ahorrado.

Pasé la semana en idas y vueltas con el tema de la visa y el permiso para viajar al extranjero, no fui a estudiar porque no tenía cabeza para hacerlo pero si fui a trabajar ya que necesitaba cobrar esa plata.

No había vuelto a cruzar palabras con mis tíos, solo los veía a la noche cuando volvía de la heladería.

El ventiocho de octubre había llegado, preparé una mochila con lo esencial y un bolso pequeño con algo de ropa. Fui por la mañana a cobrar en mi trabajo y me dirigí al aeropuerto, el vuelo salía a las 12:00hs.

Antes había dejado una carta para Brisa cuando ella volviera a trabajar ese día por la tarde y le avisé a mi jefa que por un tiempo no volvería a trabajar y que si ya no me necesitaban que no habría problema en que me reemplacen.

Mi vuelo había llegado, antes de subir al avión beso la foto de mi abuela que siempre llevaba en mi funda del celular y con ella estaban mis padres, los que la vida me quitó en un accidente y que ese suceso la culpable era yo.

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