Capítulo 5

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El espectáculo ante sus ojos era de lo más vistoso como extravagante.
"Wow...Esa pequeña rana si que se está luciendo." Expresó la Autómata aún desde su posición alta.

Una actuación realmente entretenida si se lo preguntaban. Y de alguna manera, era inesperadamente compleja.

La música 'clásica' que salía de ese pequeño violín, y el espectáculo de luces no hizo nada más que animar a la ya de por si enloquecida multitud. Que con fuertes gritos y alaridos correspondían al pequeñín que gracias a una soga atada a su cintura, volaba por los alrededores del escenario.

"....Esto... Me recuerda a aquellos tiempos...." Murmuró por un instante con un aire nostálgico a su alrededor.

No obstante, el espectáculo concluyó antes de tiempo cuando en medio de su acto. Un murciélago colosal apareció de la nada, tomando entre sus fauces al pequeño anfibio rosado.

Este repentino acto tomo totalmente desprevenidos tanto al público de ranas como a la misma Jenny; Y los gritos y farfullos horrorizados de la multitud no se hicieron esperar. Con el caos que comenzaba a sobrevenir en el público.

Y pese a que la Autómata sabía muy bien lo que tenía que hacer en este mismo instante. Un pequeño golpeteo en sus circuitos la detuvo justo antes de que intentará cualquier cosa.

Su anonimato se acabaría en el momento que pusiera un pie fuera de su escondite. Las ranas y la humana sabrían de su existencia. ¿Cómo lo tomarían?...¿La respetarían por rescatar a uno de los suyos?...¿O la repudiarian por su mera existencia?...Como siempre lo hicieron los humanos en la tierra...

Entre tanto está ola de emociones que un ser como ella no debería poseer pasaban por su memoria. El sonido de algo duro chocando con otro cuerpo llamo su atención. Sacándola de la fuerte marea de pensamientos desagradables.

Ahora, la anciana rana era la que se encontraba montando al enorme animal en un claro intento por sacar a su nieto de las poderosas fauces del murciélago, aún no comprendía cómo no había sido degollado ya por aquellos tan aterradores alfileres.

Los gritos desesperados de los asustados anfibios no paraban de retumbar dolorosamente sobre sus censores auditivos.




No tenía otra opción.




De manera que la Autómata ya había tomado su decisión. Por ello esta volvió a ponerse firmé, y ya totalmente decidida en lo que estaba a punto de hacer; se dedicó a buscar las mejores rutas de acción para alcanzar al animal monstruoso sin hacer daño tanto al anciano como a la pequeña rana.

No obstante y antes de que está pudiera hacer cualquier cosa.

Un repentino pitido llamo su atención. Provocando que está parara de sopetón con su misión de rescaté. Un pitido que resonó como una campana incansable en su sistema.
Por ello, está regresó la mirada al interior del oscuro bosque con una sensación de familiaridad aterradora.





Con sus censores que gritaban furiosamente por hostilidad........





Por ello, está dudo una vez más sobre la desición que tomaría en este mismo instante...regresando la mirada del colosal problema con alas, al oscuro y tétrico pantano con incertidumbre
...hasta que...





"¡Waaaaaa!"





Un estruendoso ¿Cantó? Pudo escucharse con potencia desde lo más alto en el cielo oscuro y estrellado, notando se al instante al desorientado murciélago a punto de caer desde las alturas.
"Mmmmm...." Fue todo lo que alcanzó a farfullar la Autómata antes de que está tomara su decisión. Lanzándose en una caminata rápida pero firme en busca de la fuente de su alarma.

Amphibia La Robot PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora