𝟎𝟐. 𝐓𝐑𝐀𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒

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Luke amaba la navidad por tres razones: la unión familiar, la paz que se sentía en todo Westeros y el chocolate caliente de Dorne, una delicia que los dornienses habían compartido al continente mucho antes de la conquista y que se había vuelto una...

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Luke amaba la navidad por tres razones: la unión familiar, la paz que se sentía en todo Westeros y el chocolate caliente de Dorne, una delicia que los dornienses habían compartido al continente mucho antes de la conquista y que se había vuelto una tradición tomarlo en la navidad por la llegada del invierno.

Era cierto que, en Desembarco del Rey no nevaba, el clima cálido era el predominante y era algo que detestaban los del Norte cuando visitaban la capital, acostumbrados a usar sus pieles y aquel frío que los dragones detestaban.

Aún así, el chocolate caliente no faltaba en ninguna casa de Westeros cuando la época navideña llegaba.

El pequeño se encontraba sentado al lado de su ventana, donde el olor de aquella delicia llegaba y sintió la brisa helada que no había dejado la Capital desde que la doceava luna habia comenzado a contar sus días.

Lucerys escuchaba como las personas mas viejas del castillo murmuraban emocionados que quizás verían nieve aquel año.

Daemon y su abuelo Viserys los habían reunido en una oportunidad para contarles y saciar su curiosidad debido a los murmullos que escuchaban por toda la Fortaleza a sus hijos y nietos que aquella brisa había aparecido hace años, en la primera primavera de Jaehaerys como Rey, todos en Desembarco del Rey despertaron en el día de navidad con la nieve blanca sobre las calles y las casas, mientras caía sobre ellos.

Aquella fue la primera y última vez que nevó en la Capital, pero, los maestres estaban seguros que aquel acontecimiento se volvería a repetir en algún momento en el futuro y todos esperaban que no estuvieran del todo errados.

Lucerys, aún algo extasiado con el olor del chocolate, le pedía los Dioses poder tener la oportunidad de ver la Fortaleza Roja y toda Desembarco del Rey cubierta con aquella capa blanca, para así poder hacer hombres de nieve, como había escuchado que hacían en el norte y realizar competencias con todos en el castillo por ver quien hacia el mejor, Lucerys sonrió al imaginarlo.

Estaba seguro que la belleza Targaryen de sus tíos, su madre, abuelo y su segundo padre resaltaría mucho mas sobre sus pieles y cabellos.

-¡Luke! -sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su hermano, quien lo tomo del brazo cuando estuvo cerca de él- vamos, ya van a servir el chocolate caliente, ya casi todos se encuentran en el bosque de los Dioses -el niño no espero más, y se levantó, siguiendo a su hermano.

Iban acompañados a sus espaldas con sus escuderos, Ser Erryk y Lorent, quienes escuchaban a ambos hermanos discutir con vehemencia sobre la posible nieve que podía caer los próximos días, mientras Jacaerys le comentaba que habían llegado notícias del Norte, donde les decían que la nieve cubriría todo Westeros aquella navidad, noticia que hizo vibrar de emoción a Lucerys de que sus pensamientos se volvieran realidad.

En el camino se tropezaron con Baela, quien al igual que los niños compartía su entusiasmo por la posible nevada, así llegaron al bosque de los Dioses donde ya todos esperaban.

𝐍𝐀𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐄𝐍 𝐖𝐄𝐒𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 | HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora