¿Cómo se celebraría la navidad si existiera en Westeros?
Lucerys está complacido en que lo sigas durante su época favorita del año mientras te muestra las tradiciones y costumbres de Poniente y su familia.
🥇 en Jacaerys Velaryon 26/12/22
🥇 en Cano...
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Lucerys se encontraba corriendo por los pasillos de la Fortaleza, con un Ser Erryk casi que imitandolo detrás de él para no perderlo de vista, no cuando ya lo había hecho varías veces esa semana y había recibido una reprimenda por parte de su Lord Comandante, cuando en una de esas veces, Lucerys se perdió por casi dos horas.
Fue encontrado en Pozo Dragón y nadie se explicó como le había hecho el pequeño de ocho inviernos para llegar el solo.
Luke llego a las cocinas y sonrió cuando vió a su madre sentada en una de las mesas, su escudero se recostó de la pared para poder respirar, debía ponerse en forma, penso el pequeño.
—Ser Erryk, si quiere puede ir al patio de entrenamiento —le dijo con una sonrisa— madre está acá, y puedo notar que le hace falta entrenar —el Ser se sintió ofendido por las palabras de su Principe, solo atinó asentir y se marchó, dejando al pequeño con su madre, quien sonreía desde donde estaba.
—¿Vienes ayudarme? —pregunto Rhaenyra mientras picaba unas verduras, Luke asintió con vehemencia mientras tomaba asiento a su lado.
Para las personas de la cocina, era muy normal ver a la Princesa y parte de su prole aquellos días en ese lugar. La difunta Reina Aemma, le había inculcado a su pequeña el arte de estar involucrada en las comidas navideñas, alegando que no había mejor sabor en aquella época cuando las comidas eran preparadas por uno mismo.
En su momento, sorprendió a las personas de la cocina, cuando vieron a una joven Aemma recorrer en la cocina cuando la doceava luna arribaba, picando y preparando platillos para la familia real, aquello fue un escándalo dentro de la Fortaleza y los nobles, quienes decían que como un miembro de la familia real y futura Reina consorte podia rebajarse al nivel de una sirvienta.
Aún así, la joven Arryn siempre hizo oídos sordos ante los murmullos de la Corte, y compartía su tiempo con la servidumbre, quienes, muy al contrario de los nobles, adoraban que la mujer fuera una más de ellos, demostrando que no eran tan diferentes.
La noticia llegó a la Ciudad y el pueblo llano no tardo en apoyar a la futura Reina, diciendo que como ellos, Aemma también seguía las tradiciones navideñas de la época.
Días después, todos se sorprendieron cuando vieron parte de la familia real en las cocinas intentando ayudar Aemma, entre ellos estaba el principe Viserys, la princesa Rhaenys, Lord Corlys, el principe Baelon y un joven Daemon, que no estaba muy feliz de estar allí, pero intentaba brindar su ayuda.
Fue así, como se volvió una tradición en la familia preparar las comidas y bebidas para la navidad, la cual fue pasada a Rhaenyra una vez tuvo consciencia y que ella decidió seguir cuando su madre falleció.
—¿Puedes leerme el siguiente paso mi dulce niño? —pregunto la Princesa a su hijo, el pequeño que tenía el libro de las recetas en sus manos asintió.
—Ahora debes pasar el pincel con huevo sobre el pan —le dijo leyendo.
