El general que atravesó al mundo De Los Hombres Bestias

Capítulo 145 - La leyenda de los espíritus malignos

    Al chasquear dos veces, dos huesos blancos con extrañas grietas de color rojo sangre cayeron al suelo. Ge Woo se tumbó boca abajo y los miró detenidamente durante un momento, luego los recogió, tocó el suelo con la frente, murmuró unas palabras hacia el norte, después se enderezó y arrojó los huesos al suelo, como había hecho varias veces.

    "No se puede luchar, Baño de Sangre, sin retorno." A mitad del día, Ge Woo guardó el hueso redondo y se levantó tembloroso, mirando inexpresivamente a Sa y a los otros jefes tribales que habían venido con él.

    Se hizo el silencio en la casa de piedra. La última vez que las tribus habían luchado fue hace muchas, muchas generaciones, y eso fue por el bien de las subbestias.

De hecho, a los orcos no les gustaba matarse entre ellos, porque su número ya era pequeño y tenían bastante que hacer cada día para sobrevivir, así que no tenían tiempo ni energía que malgastar en pelearse con otras tribus. Por eso, otro de los deberes del clan, adivinar la buena fortuna antes de la batalla, no se ha utilizado durante mucho tiempo, y casi se ha perdido no sólo el método, sino también las herramientas.

Nadie habría pensado que la bruja Ge aún dispondría de las herramientas e incluso podría realizar los rituales de adivinación de muy buena manera.

    "La guerra, nunca podrá extinguirse". Ante la sorpresa de la Bruja del Valle, Ge Witch respondió fríamente. "Ya no se te puede llamar bruja si no sabes adivinación y sólo conoces la medicina herbal".

    Tal y como Gu Brujo había dicho una vez, Ge Brujo tenía un carácter excéntrico y siempre le gustó estudiar cosas extrañas, y estaba claro por estas palabras que en realidad había estado trabajando para restaurar las habilidades de la bruja de los días antiguos.

    "De todos modos, ya no soy realmente una bruja". Ante sus palabras, la Bruja del Valle extendió las manos con una mirada de indiferencia. Sólo le gustaban las hierbas, y en cuanto a todas esas cosas divinas, de qué servía conseguirlas cuando no iban a salvar a nadie.

    Al oír esto de él, Ge Wu, que seguía mostrando desprecio en su rostro, de repente se convirtió en una cara hosca, porque él también ya no era una bruja.

La tribu Baier no necesitaba brujas en absoluto; tenían su propia escritura y muchos de ellos sabían leer y escribir, sobre todo los niños.

También conocían las hierbas, podían unir huesos rotos y curar heridas, y ya no necesitaban los huesos de la bestia Tengun ni la sangre de una bruja. Y le pareció que lo más importante como brujo, y lo único que podía hacer, era la adivinación, pero sólo porque querían utilizar la voluntad del dios bestia para infundir un sentimiento de temor en los corazones de las otras tribus y hacerlas más temerosas de las águilas del sur para que pudieran trabajar juntas contra sus enemigos cuando llegara la estación de las lluvias.

Por supuesto, aunque sintió que su función había sido insultada, no se opuso a ello, pues esas cosas de la tribu del Águila sí merecían morir, pero no se limitó a hacer un espectáculo, como habían dicho Sa y Baier, sino que siguió seriamente el método de adivinación tal y como estaba escrito en las tablillas de arcilla, y las respuestas se derivaron de la adivinación, no de sus propias fabricaciones.

    De hecho, no había necesidad de preguntar a los adivinos, sino sólo de preguntar a los orcos de las praderas del sur para averiguarlo. Una vez que comience la temporada de nieve, habrá muchas tormentas de nieve en las praderas.

Por no hablar de los orcos que nunca han estado en las praderas antes, incluso la gente local en las praderas no será capaz de distinguir su dirección una vez que se ven atrapados en la tormenta de nieve, y se congelarán y morirán de hambre fuera. Por lo tanto, los herbívoros de las praderas se desarrollaron con bastante rapidez porque no podían salir a cazar durante la temporada de nieve.