Capitulo 9

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Enid había llegado a las siete en punto a la Palmareda del hospital y se sorprendió de ver que las enfermeras y el equipo del hospital habían convertido la sala de la sección recreativa en una verdadera recepción de Palmareda y oda al romanticismo.

La sala estaba repleta de los corazones rojos y rosas que ella misma había ayudado a las pacientes a recortar durante sus rondas en el hospital, había un gran cartel colgado en la entrada que leía "Bienvenidos a la Palmareda Corazones Felices" y en una esquina había una mesita con té y galletas para los doctores e invitados que habían decidido participar.

Había casi treinta personas. Entre pacientes ( y no solo las chicas, Enid reconoció a pacientes de la sección D de chicos allí, y no pudo evitar alegrarse por Xavier, quien llevaba enamorado de Laura por casi tres semanas ) Vio a algunos padres de los pacientes mirando divertidos desde la esquina de la mesita de té y galleta y a otro montón de gente desconocida que pudo imaginar eran amigos de
otros invitados. Saludó a Yoko y Divina con la mano y se alegró de ver a dos primos de Divina de entre diecisiete y catorce años robando miradas tímidas de algunas pacientes mientras conversaban con ellas.

También fue lindo ver a las chicas vestidas con sus mejores ropas y peinadas con adornos y trencitas adorables. Enid quiso correr donde Bianca  y darle un besote en la mejilla por la gran idea.

La buscó con la mirada, y la vio allí plantada con la9 carpeta en mano y conversando nada más y nada menos que con Merlina Addams.

Enid tuvo que tragar al verla.

Merlina estaba vistiendo unos pantalones negros casuales ( no Jeans, por supuesto, pero tampoco un traje de 2000 dólares al menos ). Llevaba una chaqueta morada y una blusa a hombros descubiertos color vino, y que la partiera un rayo si es que no se veía atractiva.

Tampoco llevaba guantes, por supuesto. Y Enid tuvo que tratar de no pensar en sus manos descubiertas si es que quería
recordar como caminar.

Y fue hasta ellas.

- Merlina, llegaste - dijo, sonriendo casi de manera tímida mientras se acercaba hasta Bianca y le besaba la mejilla sonoramente. Bianca giró los ojos - eso es por la organización, quedo perfecto.

- Lo sé, gracias, gracias – sonrió ella mientras reía. Luego levantó su muñeca para mirar su reloj – bien, es hora de comenzar.

La vio caminar y hablar con Eugene y otras enfermeras más para que la ayudaran a iniciar el encuentro. Merlina a su costado se acercó más a ella.

- Y... ¿De qué hablaban? - preguntó Enid, tratando de no sonar demasiado curiosa.

Vio a la Profesora encogerse de hombros mientras una divertida sonrisa aparecía en sus labios.

- De ti, por supuesto – Enid se sonrojó - y de las treinta maneras que me rompería el fémur si te hacía daño.

Antes de que Enid pudiera disculparse
sobre las terroríficas amenazas de Bianca, escuchó un fuerte carraspeo que llamó la atención de todos.

Vio a la enfermera de cabello oscuro agitar las manos para que todos la miraran, tenía un micrófono y su infaltable carpeta en sus manos.

- Bienvenidos todos a la primera Palmareda organizada por el hospital, yo Bianca y todos en el equipo les agradecemos sinceramente su visita - se escucharon aplausos y unos cuantos gritos alegres de algunos pacientes.

- Muy bien, las reglas son las siguientes – Bianca carraspeó de nuevo - Se deben chocar las palmas de las manos por más de tres segundos, pueden conversar, pero por favor no atrasen la fila, lo ideal es que todos tengan su turno para probar Suerte Guiñando un ojo a sus invitados, continuó - Si aún no se han lavado las manos, al lado de la mesita con té tenemos un dispensador de jabón para que lo hagan. Haremos esto durante media hora, luego pasaremos a una actividad recreativa que las chicas y los chicos de la sección D han estado planeando, entre ellas, veremos una
interesante obra de títeres que Bo, Bria y Matt han ensayado durante toda la semana - Bianca señaló a tres pacientes que levantaron las manos orgullosos y la gente aplaudió entusiasmada - Y luego nuestra gran poeta, Amber, nos leerá su última creación "Lo que brilla en el Prado" - Amber, una de las pacientes más brillantes que a Enid le había tocado conocer, se levantó de su asiento alisando su vestido verde y saludo como si estuviera en un concurso de belleza. Enid se rio y junto a varios aplaudieron animando a la chica.

Black Leather | Wenclair | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora