La Leyenda de Apolo

5. Recuerdos Perdidos.

Sin los recuerdos, Kyung siempre sintió que vivía en un estado de ingravidez. Esa delgada línea entre lo real y lo surrealista parecía haberse desvanecido. Y a medida que las grietas se acumulaban una por una todos los días, algo apareció entre las grietas. En su caso, autolesión o intento de suicidio.

Después de revisarlo dos veces, alarmado, su tío investigó y lo llevó al Dr. Davis.

El Dr. Davis agregó otro nombre a la enfermedad psicógena de la memoria de Kyung. Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Fue uno de los médicos líderes en el campo del PTSD.

Davis lo había instado a abordar primero el trauma psicológico. Para ello, era necesario saber de dónde procedía todo. Se había esforzado por sacarlo a la luz, llegando incluso a crear escenarios traumáticos para estimular su memoria latente. A su vez, esto activaría su mecanismo de autodefensa y al menos podría compartir, si no deshacerse, de la angustiosa experiencia.

Pero el tratamiento había tenido problemas repetidamente. El rechazo de Kyung superó sus expectativas. Cada vez que intentaba recordar incluso un poco de memoria, tenía un dolor intenso y vómitos, después de lo cual se desmayaba.

Por lo tanto, Davis dio un paso atrás y dijo: "Tomémonos nuestro tiempo y vayamos despacio". Luego presentó a "Roy Jean", diciendo que alguien había mostrado interés cuando Kyung estaba en terapia de arte.

Roy Jean, un famoso artista de instalaciones, también era un amigo cercano del Dr. Davis. En ese momento, él era un espíritu afín: en los basureros, tomando un largo descanso del trabajo y bajo el cuidado profesional de su amigo. A Kyung le ofrecieron el puesto de su asistente. A partir de ahí, se convirtió en maestro, jefe y benefactor de Soo.

Uno por uno, la gente comenzó a aparecer en la calle vacía. El sol estaba saliendo gradualmente, el día había comenzado oficialmente.

Estaba mirando por la ventana, con una taza de café en la mano, cuando sonó su teléfono celular. era roy Dejando su taza, un sorprendido Kyung respondió la llamada.

"¿Roy? ¿Cómo estás?"

-Tengo tu email.

"¿No dormiste?"

-No puedo dormir por la lluvia. Ha estado lloviendo aquí desde anoche. ¿Y tú?

"Acabo de despertarme."

-¿Estás incómodo en el nuevo hotel?

"No, no lo estoy. Acabo de tener un mal sueño."

Su primera estancia fue en el Hotel Seoin. Dado que los grandes almacenes Daejin se habían ofrecido a hacerse cargo del alojamiento durante su estadía en Corea e hicieron la reserva, el no tenía nada que decir. No es una habitación estándar, sino una de lujo.

Al principio, estaba emocionado por el lujo inesperado. Sin embargo, su alegría duró poco. Apenas había entrado en la habitación cuando Kyung sintió que la cabeza le daba vueltas; sus manos y pies comenzaron a temblar, sintió que su pecho se oprimía. Era una sensación similar a un ataque de pánico. Era un milagro que hubiera logrado salir de la habitación sin complicaciones. No tuvo más remedio que pedirle a los grandes almacenes Daejin que cancelaran su estadía.

La voz de Roy calmó sus pensamientos. De alguna manera, él siempre lo tranquilizaba. Desde que lo había salvado de quedarse atrapado en esa habitación... muriendo, había desarrollado una extraña relación con él.