La Leyenda de Apolo

27. No has tenido suficiente

El agua caliente reconfortó el cuerpo cansado de Soo y relajó sus músculos nerviosos mientras se sumergía en la bañera. Toda la pared de la bañera estaba hecha de vidrio, podía ver el cielo azul y los edificios de abajo extendidos frente a él. Apoyó la cabeza en la ventana y pensó en lo que acababa de suceder.

"Solo necesitas esperar en mi casa en mi cama como antes. La condición es la misma: no puedes rechazarme cuando te quiero".

"¿Es esto una venganza por haberte engañado?"

"¿Venganza?" Jongin se rió sarcásticamente.

"Si realmente quisiera vengarme por eso, no estarías aquí ahora. Sin embargo, creo que se debería añadir otra condición: no me engañes".

"¿Qué vas a hacer conmigo?"

"Lo estoy investigando ahora".

Soo suspiró y se preguntó si había tomado la decisión correcta. Las amenazas de Jongin no fueron la única razón por la que aceptó esta absurda oferta. Quería encontrar sus recuerdos perdidos, ya que eran un enorme agujero dentro de él. A menudo había pensado que la grieta en sus recuerdos era como sumideros, una maldición dentro de lo repentino que destrozaba su vida diaria.

Entonces, para encontrar sus recuerdos necesitaba la causa: Jongin. El Dr. Davis había enfatizado esta "causa" a lo largo de los tratamientos, y el rígido sello de sus recuerdos parecía ahora desmoronarse fácilmente con sus encuentros con Jongin Kim.

Otro punto que estaba considerando eran los hombres no identificados que amenazaron a su tío. Soo no creía que fueran irrelevantes para la muerte de Han Bin, y eso significaba que podían repetir su aparición. La mejor decisión que podía tomar para garantizar su seguridad frente a ellos era estar al lado de Jongin Kim.

"No me engañes".

él no lo estaba engañando sino usándolo como si fuera su cuerpo. Extraños... egoístas... groseros... despiadados... Sea como fuere, ahora estaban aquí, voluntaria o involuntariamente. De ahora en adelante, su único objetivo era recuperar lo que era suyo: sus recuerdos.

Soo cerró los ojos y lentamente se reclinó cuando la puerta del baño se abrió de repente. Se enderezó y miró sorprendido hacia la puerta. Sus ojos observaron a Jongin quitándose la camisa.

"¿Qué estás haciendo?"

Jongin se quitó los pantalones y la ropa interior antes de que él tuviera la oportunidad de sorprenderse. Su pene estaba completamente afectado, y la mirada de Soo evitó la razón por la cual su cuerpo estaba tan dolorido ahora.

"¿No hemos hecho esto a menudo? Estás siendo tímido".

Jongin estaba diciendo la verdad, ya que Soo se había duchado con él y lo habían hecho a menudo en el baño. Soo se había quedado asombrado y avergonzado cada vez, y después de cuatro años, estaba aún más nervioso que en ese momento. Además, cada vez que Jongin lo destrozaba en el baño, el acto lo cansaba al menos al doble.

Entró en la bañera y, a pesar de escapar hacia la esquina, Soo sintió su pecho tenso en su espalda. Le acarició suavemente los hombros.

"Estás demasiado delgado para mi gusto".

Soo estaba indignado por la voz insatisfecha de Jongin.

¿Quién había tomado su cuerpo desagradablemente delgado?