CELO! ;; WonKi ;;

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• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •

Riki había tenido que apoyarse en un pared para así estar más cómodo con aquel omega que no quería soltarlo por nada.

─ ¿No tienes frío, pequeño? ─preguntó inocentemente el más grande. Y es que sabía que en celo, lo que menos tendría era frío. Pero a juzgar por la ropa que traía, lo cual era un short corto y un hoddie rasgado. Le llegaría el frío en cualquier momento.

El omega negó.

─ Antes de que llegarás lo tenía un poco. ─suspiró─ Pero ahora sólo quiero quitarme esta ropa.

El japonés se sonrojó. Tosiendo un poco, para así distraer su cabecita.

Tomó su teléfono y vio la hora.

23:45.

Había ido a dejar a su amigo a las 21:15.

Su trasero le comenzaba a doler ahí.
Estar tanto tiempo sentado le lastimaba esa zona.

Miró un poco más al lindo omega que no lo soltaba. Algo le había llamado su atención.

─ ¿Dónde están tus zapatos, lindo? ─preguntó confundido.

El omega gimió con satisfacción al oír el bonito apodo que esa grave voz soltaba.

─ Me los quitaron. ─murmuró─ No importa. Tú eres más importante que eso.

Riki suspiró.
Ese chico realmente no lo ayudaba.

─ ¿Dónde vives? ─preguntó otra vez.

─ No lo recuerdo. Pero es lejitos de aquí. ─puchereó.

Riki imitó inconscientemente el pucherito.

─ ¿Me permitirías llevarte a mi casa? ─preguntó en voz baja.

El omega levantó su cabecita rápidamente, quedando cara a cara junto al japonés. Poca era la distancia entre ambas caras, con decir así que sus narices se rozaban débilmente.

─ ¡Claro que sí! ─sonrió en grande. Para así besar dulcemente los gruesos labios del más alto. Sorprendiendo al mismo. ─ Quería hacerlo desde que te vi. ─soltó una risita.

• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •

Sí, es cierto que Riki vivía con sus madres. Había tomado su tiempo de abrigar con su propia ropa al omega, y llevarlo todo el camino en su espalda.

Vivía con sus dos madres omegas. Por eso tomó esa decisión de llevarlo.

Y guardaría esa graciosa imagen de las caras de sus madres al llegar a las 1:00am a su casa junto a un omega dormido bien escondido y aferrado a su cuello.

Y mejor aún cuándo les dijo que ese mismo chico era su omega destinado.

Casi lloran.

Pero sus carcajadas fueron más fuertes.

Al parecer estaban felices de que su hijo haya encontrado a la persona que se supone que lo haría feliz por el resto de su vida.

Despertaron al pequeño omega y lo hicieron tomar pastillas para sus dolores regulares que ya pronto le darían.
Lo hicieron descansar en la habitación del japonés. Llevando a este a la habitación de invitados.

Sí, era raro que él. Que vivía allí, debía darle su habitación a un invitado, y él dormir en otro cuarto.
Pero era necesario ya que el omega se había acostumbrado al aroma del japonés. Y si se alejaba un poco, podría ser peligroso para el más bajo.

─ Ya mañana podrás hablar con él. Con las pastillas recuperará la conciencia en una horas. ¿Sí, cielo?. ─preguntó sonriendo una de sus madres.

Él asintió sonriendo dulcemente.

─ Buenas noches, bebé. Nos vemos en la mañana. ─y así sus dos madres se retiraron para que aquel preocupado chico intentará dormir.

Sus madres lo habían felicitado por haber tenido un buen auto control con el omega.

Y él no dejaba de pensar en qué eso estaba mal.

─ No deberían de felicitarme por algo que debe de ser obligación.. ─murmuró.

Se encogió de hombros. Y cerró sus ojos dispuesto a descansar.

• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •