❝¿Quién dice que un alfa no puede controlarse en el celo de un omega?.❞
𖥻 ꗃ» wonki (niwon).
𖥻 ꗃ» historia original: @puppymny.
𖥻 ꗃ» romance, soft, fluff, omegaverse, nk: al.
jw: om.
𖥻 ꗃ» no copiar ni adaptar sin permiso.
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• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •
Habían pasado 2 horas desde el desayuno.
A pesar de haberse conocido la noche anterior, había crecido una confianza extraña entre ambos, a parte de la seguridad que sentía Jungwon en ese hogar repleto del aroma de aquel dulce alfa.
Después de hablar de cosas triviales entre ambos, decidieron limpiar un poco.
Quitaron las sábanas de la cama del japonés para llevarlas al cesto de ropa sucia, volvieron a hacer la cama entre ambos y ya luego de una corta limpieza de la habitación y lavar los trastes, ahora estaban sentados junto al otro, siendo apoderados por un silencio. No incómodo. Al contrario, un silencio realmente agradable para los dos, que sólo podían sentir el aroma del otro y por el increíble silencio, también los tranquilos latidos contrarios.
─ Riki.. ─llamó el pelinegro más bajo, recibiendo un sonidito de labios cerrados cómo afirmación de su atención. Soltó un suspiro─ ¿Cómo me encontraste anoche?
El japonés tomó una bocanada de aire, aprovechó el gran espacio hacia atrás, y se lanzó de espaldas a su cama, quedando recostado ahí, bajo la atenta mirada del contrario.
El de apellido Huang quedó boquiabierto. Los oscuros y despeinados cabellos del chico, eran iluminados por la tenue luz del sol que se asomaba por su ventana abierta, miró con tanta atención ese bonito rostro canela, tenía unos lunares tan bonitos y atractivos. No sabía si era por el sol o no, pero ese rostro se veía perfecto, y ese chico tenía unos labios que lo dejaban suspirando inconscientemente.
Una sonrisita se asomó sobre esos tan apetecibles labios.
─ ¿Jungwon? ─lo llamó soltando una risita.
El mencionando volvió a su cuerpo al oír el llamado, ¡Rayos! ¿A caso se había quedado en pausa mirándolo sin ninguna vergüenza?
¡Matenlo!
─ ¿Q-qué pasa? ─preguntó nervioso.
Riki mantenía una sonrisa ladina, se acomodó un poco para ahora apoyarse en sus codos y antebrazos, viéndose aún más atractivo para nuestro ahora tímido omega.
─ ¿No me oíste? ─preguntó soltando una risita.
Jungwon inconscientemente soltó un puchero negando con su cabeza y frunciendo levemente su ceño.
Riki juró haber escuchado su corazón palpitar fuerte.
Ese chico traía tanta ternura en un cuerpo tan pequeño.
Volvió a reír suavemente.
─ Te dije que te encontré en un callejón oscuro, por pura casualidad. ─repitió─ Me pareció peligroso sentir un aroma de omega tan dulce en medio de la noche. Creí que alguien corría peligro. ─le dijo.
Jungwon lo miró sorprendido.
Y él que creía que lo había hecho porque sintió lo mismo que él.
─ Entiendo.. ─murmuró.
Riki frunció su ceño, notó el cambio en el rostro del chiquillo. Su cambio de brillo, a uno decepcionado.
Quiso hablar, pero el sonido de la alarma de su celular lo interrumpió inmediatamente, llamando su atención y la del bajito.
─ Es hora de tu segundo supresor, Jungwon. ─le comunicó al mirar la pantalla de su celular.
Se levantó de la cama rápidamente y corrió hacia la cocina.
Jungwon sólo pudo suspirar en su lugar, levantándose con pesadez de la cama para seguirlo a paso lento.
Sí, se había decepcionado un poco, ¿Pero a quién engañaba?
Riki y él eran unos desconocidos después de todo, ¿Verdad?
• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •
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