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• ꒰ oh, he's cute

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• ꒰ oh, he's cute. ꒱ •

─ ¡Lamento sí hice algo que te incomodara! ─gritó el bajito en el suelo mientras se inclinaba en este.

Riki había llevado el desayuno a la habitación del omega, y se sorprendió al encontrarlo despierto y con ojitos asustados.

─ No pidas disculpas porque tu omega haya reaccionado por instinto. No tienes la culpa de nada. ─respondió con una risita nerviosa. No sabía qué hacer. Sus madres habían ido a trabajar, le habían dejado una lista de cosas que el omega necesitaría. Pero no le dejaron una guía de qué hacer en una situación así─ Levántate, por favor. ─susurró ansioso.

El pequeño pelinegro negó frenéticamente con un temblor asustadizo.

Rayos. El aroma del chico hacía que le doliera la cabeza.

Liberó un poco de su aroma para calmar al pequeño. Y sonrió un poco al notar cómo el temblor del contrario desaparecía de apoco.

─ ¿Puedes ponerte de pie, por favor? ─pidió amablemente, a la vez que se agachaba para estar un poco más cerca del chico y brindarle confianza.

El omega levantó su cabecita lentamente, para así conectar sus húmedos ojitos grices con los verdes del más alto.
El japonés sintió una pequeña chispa en su pecho.
¿Qué fue eso?.

─ ¿No te incomode? ─preguntó con voz débil y pequeños hipidos. El más bajo sintió su corazón parar al ver la bonita sonrisa radiante del alto y esos ojos obligados a ser cerrados por la gran sonrisa.

─ No deberías de preocuparte por eso, pequeño. ─dijo amablemente─ ¿Qué tal si te levantas y comes un poco? Es temprano aún, por eso te traje el desayuno. ¡Venga, come un poco! ─dijo alegremente. Tomó la pequeña mano del omega y lo ayudó a ponerse de pie, tapando sus ojos con ambas al ver que el chico no traía un pantalón puesto. Ya que sólo traía una camisa suya. (un poco más grande que él).

Se sonrojó en demasía y rió nervioso.

─ Perdón por esto. Me sentía un poco incómodo por estar- ─intentó explicarse, sin embargó, nuestro protagonista lo interrumpió inmediatamente.

─ No es necesario que expliques, entiendo perfectamente eso. Tranquilo. ─soltó sonriendo amablemente.

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─ ¿Entonces no recuerdas nada de anoche? ─preguntó el japonés, llevando una fresa a sus labios.

El coreano asintió, dándole la razón.

─ Sólo recuerdo que dijiste tu nombre. Fuera de eso, no recuerdo nada, lo siento. ─respondió, llevando un poco de su panqueque a su boca.

Riki negó.

─ No te disculpes más, por favor. ─rió suavemente─ Esperaba algo así. ─aclaró, haciendo asentir al coreano─ Oh, por cierto, ─llamó la atención del contrario inmediatamente─ ¿Cómo te llamas?. ─preguntó con ternura.

El contrario se sonrojó por la pregunta.
Llevaban minutos hablando. Recuerda haberlo besado (algo que claramente no le diría que recuerda), hasta durmió en su cama y con su ropa.
¡Y en ningún momento le dijo su nombre! Qué vergonzoso.

─ Me llamo Huang Jungwon. ─respondió. Interrumpió al notar que el japonés diría algo─ Antes de qué preguntes por el apellido. Mi padre es chino y mi madre coreana. Soy coreano. ─aclaró inmediatamente. Haciendo asentir al chico.

─ Ya me parecía poco común tu apellido en Corea del Sur. ─dijo nervioso.

Jungwon soltó una suave risita.

─ No te preocupes, esperaba algo así. ─recordó sonriendo. Haciendo sonreír de igual forma al japonés.

Se formó una pequeña burbuja entre ellos. Sin haberlo notado, ya había confianza de por medio.

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CELO! ;; WonKi ;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora