Hace un rato ya las clases habían terminado, por lo que la compañera de cuarto de Azahara ya estaba allí mirando con rareza y desconfianza a la pelirroja que dormía en la cama blanca.
Ariel era una chica muy bonita, su pelo era blanco platinado, que quedaba a la perfección con sus ojos de color azul cielo. Tenía un montón de pecas adornando la mayoría de partes de su rostro, excepto las zonas de la barbilla y la frente. Sus labios eran bastante gorditos, y en los ojos habitaban unas pestañas largas y más negrizas de lo normal.
—¿Hola?— Se había atrevido a acercarse a la pelirroja para despertarla.
—¿Hum?—dio vueltas en su cama y se tapó la cara con las sabanas— No quiero ir al instituto mamá.
—Oye yo no soy tu madre— Esas fueron las palabras que hicieron que despertase de su glorioso sueño. Abrió los ojos al instante y se incorporó mirando con vergüenza a la peliblanca.
—Perdón— Se disculpó avergonzada. La chica se río restándole importancia— ¿Quién eres?
—Mi nombre es Ariel soy tu compañera de cuarto— Se presentó amablemente— ¿Tu quien eres? Nunca llegaron alumnos nuevos a mitad de curso. Eres la primera.
—Ah, eres la hija de la directora, ¿no?— Asintió— Y respecto a lo otro, soy Azahara, y no soy una alumna, solo tengo que pasar la noche aquí y mañana por la tarde ya me voy.
—Es raro que mi madre te deje quedarte una noche aquí, ella siempre dice que esto no es un hotel— Azahara asintió sin saber que decir— ¿Por qué motivo tienes que quedarte aquí?— Ya le estaban empezando a agobiar tantas preguntas, pero decidió contestarlas porque no le parecía que Ariel lo estuviese haciendo a malas.
—Bueno, tú madre y su guardaespaldas están seguros de que no soy una humana normal, y quieren hacerme una prueba para ver que ser del submundo o algo así soy— Se río de sí misma al escucharse decir todo eso— ¿No es una tontería? Creo que deberían de ir al psicólogo.
—Dices que... ¿Eres una humana?— No pudo ocultar su sorpresa— ¡Vaya! Tengo diecisiete años y nunca había visto una. No sois tan diferentes a nosotros, de echo, ¡Sois iguales! O bueno igual es porque tú eres un hada y por eso me parece que eres igual...
—¿Es que aquí estáis todos locos o que?
—Oye si nunca supiste del submundo no es mi culpa, pero no nos llames locos.
—Es que es de locos, ¿En que momento las hadas, vampiros y licántropos existen? Por que si de verdad existen yo vengo de un mundo en el que todo son simplemente leyendas.
—Pues no somos unas simples leyendas, somos de verdad, igual que vosotros, ¿Ves?— Azahara se había quedado sin palabras. Ariel delante de ella había creado una gran bola de agua, jugaba con ella pasándosela de mano en mano.
—Joder.
—En este mundo hay seis tipos de hadas— Empezó a explicar sin que Azahara se lo propusiera, aunque tampoco le molestaba mucho— Las hadas de fuego, que pueden controlar, como su nombre indica, el fuego, y calentar las cosas a su antojo. Sabes que un hada es de fuego cuando tiene el pelo pelirrojo y sus ojos son de color miel. Luego están las hadas de agua, controlan el agua y el hielo. Suelen ser rubias de ojos azules. Después están las de aire, que controlan pues el aire. Su pelo es blanco, más bien platino, y sus ojos son de color gris. También están las hadas de la tierra, controlan las plantas, flores y todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Su pelo es marrón y sus ojos también. Por último están las hadas de la oscuridad, este no es un elemento. Ellas pueden controlar las sombras y su poder es el más fuerte, hay muy pocas de estas. Su pelo es negro al igual que sus ojos.

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Los tres reinos
Fantasi[ LIBRO 1 ] En un mundo en el que la importancia de tu vida se basa en el tipo de ser sobrenatural que eres; Licántropo, vampiro o hada. Los primeros son los vampiros, siendo los más importantes del mundo sobrenatural. Después están las hadas, im...