CUATRO

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Un sonido continuo no dejaba de soñar, aquel sonido que todo humano odia, sobretodo un estudiante.

Baji abrió los ojos, miro con odio infinito el aparato que transmitía ese sonido.

—¿Y si no voy? No, hay que ir, pero, ¿y si no voy?- Baji tenía que ir, y aunque estuviera 5 minutos decidiendo si asistir a al instituto o no, al final siempre iba.

Lo único bueno de levantarse temprano cada día de su vida estudiantil, era ver a Chifuyu y poder caminar a su lado.

Se incorporó en su cama, estiró los brazos, dio un gran bostezo y se frotó los ojos, aun seguía con un montón de somnolencia, presentía que ese día iba ser difícil.

Cuando estuvo listo para salir abrió la puerta principal, y dio gracias al cielo, a Dios a Buda o lo que sea que halla, por ver a Chifuyu con un gorrito de lana de esos que tienen un pompom, era lo más tierno que existía en el mundo, o por lo menos en el suyo.

—¡Buenos días Baji-san!- saludo con su ánimo de siempre.

—¿Y ese gorro?- preguntó el mayor toqueteando la bolita de pelo.

—¿No te gusta? ¿Me queda mal?- dijo re colocando la prenda.

—Chifuyu, dime ¿cuando algo te queda mal? Cabeza ciruela.- dijo riendo.

—¿Cabeza ciruela? Cada día estas más creativo con los insultos Baji-san.- dio un pequeño golpe en el brazo del mayor.

El horario escolar transcurría entre pantallas negras y clases de matemáticas, o así lo sentía Baji ya que se le cerraban los ojos a cada rato.

Luchaba por no quedarse dormido, pero no podía luchar contra la trigonometría, y justo cuando se iba a dar por vencido, sonó el timbre del receso.

Decidió echarse una pequeña cabezadita, un "tiempo fuera", hasta que comenzara de nuevo su guerra campal.

Chifuyu entró al aula donde estaba su amigo, pero para su sorpresa este se encontraba en el quinto sueño. En el camino a la escuela noto que bostezó más de lo normal, si, Chifuyu se fija en las veces que bosteza.

Sigilosamente se sentó frente a su amigo, observando lo tranquilo que parecía, pero en verdad podría luchar incluso con el mismo diablo.

Un mechón de pelo cayó por los ojos haciendo que estos fueran parcialmente tapados, el menor con mucha delicadeza lo colocó detrás de la oreja.

—¿Porque cojones tienes que ser tan guapo incluso dormido?- dijo el rubio mientras tapaba la nariz del moreno.

La falta de aire hizo que el mayor despertara de repente, desorientado, mirando a su alrededor, pero lo único que encontró fue a su amigo con una gran sonrisa.

—¡Buenos días de nuevo!-

—Te juro que te mato.- dijo mientras se frotaba los ojos.

—¿Anoche no dormiste? Hoy te veías muy cansado.- dijo mientras apoyaba sus codos en la mesa.

—Que va, me quedé hablando con Kazutora, no hay quien le pare cuando empieza a hablar.- se colocaba el pelo para hacerse una coleta.

—¿Kazutora? ¿Ese gran amigo de Baji-san del cual no he sido informado? - dijo cruzando los brazos y usando un tono de voz diferente.

—¿Eh?- el moreno no comprendía el tono y la postura que había tomado.

Brazos cruzados, mirada desviada a cualquier otro lado, un tono de voz que denota un tinte de molestia...

—¿No te he hablado de el?- dijo Baji intentando comprender la situación.

—Pues no, pero bueno, supongo que no tengo porque saber todo sobre ti, aunque yo pensaba que si.- su mirada cambio a una un poco... ¿Triste?

❝Cielo Azul❞ [BajiFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora