No te preocupes Özil, tú habla en tu idioma que nosotros traducimos.
Mejor así, gracias. Bueno, yo soy Mesut Özil y juego en el Real Madrid. Mi número es el 10 y soy centrocampista.
A lo mejor os estaréis preguntando por qué estoy aquí hablando con vosotros y bueno...yo tampoco lo sé muy bien.
Le ha obligado Sergio hermano no gorra 😱
Calla.
Perdón papi 😩
Hoy quiero contaros cómo conocí a la persona más especial que tengo en mi vida y a la que más quiero...
Todo comenzó la primera vez que hablé con él, fue después de que me propiciase una patada en toda la pierna....
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— ¿ACASO QUIERES DEJARLE COJO? -gritó Mourinho-.
— ¡No me pegue Míster! -Sergio se defendió poniendo los brazos delante de su cara- ¡ha sido sin querer!
— ¿Ah si? ¿Pues sabes qué también va a ser sin querer? ESTO! -pisó con su zapatito en el césped- Sergio hoy no entrenarás más! Vete a aplicarle la pomada al pobre Özil y a ver si os hacéis más amigos...
Antes de que el 4 pudiese protestar, el entrenador se marchó caminando como don cangrejo hacia el resto para darles instrucciones.
Sergio chasqueó la lengua fastidiado y miró de nuevo a Özil, quien se estaba intentando levantar solo.
— No hombre no, -le sujetó por la espalda y le ayudó- déjame a mi.
— Gracias...-dijo el Turco aún sintiendo el dolor de la bota clavándosele en la pierna-.
— Ale, vamos que te tengo que curar ese estropicio...
Ambos llegaron al vestuario y Özil se sentó extendiendo la pierna ya sin las medias ni la espinillera.
Sergio llegó con una pomada y se sentó a su lado.
Estuvieron en silencio un buen rato, en parte por la barrera de comunicación y en parte por la timidez del alemán.
Pero ambos se miraban constantemente. Sin decir nada pero se miraban, y no necesariamente a los ojos; a veces su pelo, a veces su mandíbula, a veces sus brazos o su nariz...
A Sergio e gustaban mucho los ojos negros de Özil porque le recordaban a los de su perro, siempre brillantes.
A Özil no había nada en concreto de Ramos que le gustase más, pero si le llamaba la atención su carácter fuerte y su acento andaluz, distinto del resto de compañeros españoles.
— Bueno esto ya está...-murmuró el español- ready, eh -le dijo al otro haciéndole una señal con el pulgar levantado hacia arriba-.
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