Cap 4

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Julian no ve a Enzo por una semana. Se mantiene pegado a Erling, y como mucho le responde a Phil solo cuando este mismo le habla, no quiere ni cruzarse con Grealish, aunque sabe que Jack no tiene malas intenciones no deja de pensar en lo que le dijo detrás de las gradas.

Julian entrena con Erling, duerme en la misma pieza que Erling, habla con Erling y no piensa en Enzo. Cuando no puede dormir de lo mucho que le duele el pecho simplemente se mete en la cama de Erling, quien lo deja hacerlo, Erling siempre lo abraza sin hacerle muchas preguntas. Las noches que ni siquiera el respirar estable de Haaland lo calma lo suficiente para dormir, Julian dibuja figuras invisibles en la espalda del rubio con sus dedos y piensa cómo le gustaría ser el único en la vida de Erling, no tener que compartirlo.

Algunas noches se besan, un par de veces después de los partidos, se acuestan juntos y Erling lo hace sentir a Julian como si realmente fuera el único que existe en su vida. Julian trata de no pensar, de no dejar que la ansiedad que lo caracteriza le respira en la nuca todo el tiempo, pero hay momentos, cuando tiene a Erling entre las piernas, que se pregunta si Erling lo toca de la misma manera que toca a su novia, si le dice las mismas cosas que le dice a su novia. Trata de no pensar en las veces que Erling lo da vuelta y si lo hace para poder pensar en ella sin que los ojos negros y redondos de Julian lo distraigan.

Julian termina lagrimeando seguido y Haaland siempre lo besa donde cae la lágrima.

Es probable que Enzo debute oficialmente el próximo partido, le dice Phil mientras desayunan, Julian tiene una leve necesidad de comentarle que es adicto al chusmerio pero no lo hace, solo le dice que si con la cabeza, y que espera que Enzo pueda mostrarse. Ni más, ni menos. Julian se lleva la mano a la boca, su hábito de comerse las uñas parece haber vuelto casi al mismo tiempo que Enzo.

"Don't do that." Le dice Erling con suavidad y pone su mano sobre la de Julián para que pare.

Julian le promete a Erling que no lo va a hacer más después de que Erling le dice que si se lastima los dedos el dolor lo va a distraer durante los partidos, pero cuando el club publica la lista de titulares para el partido no puede terminar de pensar en lo que Erling le dijo que ya se está masticando la piel de vuelta. Enzo y Erling, los dos en la lista, Phil tenía razón, Erling de titular, Enzo de suplente.

Como sabe que nadie va a entender por qué le preocupa tanto la lista, o más bien por qué lo preocupa tanto todo, Julian de va directo a su habitación y entierra la cara en la almohada. Grita. Cuando se desahoga se da cuenta de cómo su propia almohada huele a pino y a pomelo, se pregunta si la de Erling huele vainilla y canela. Una vez desahogado, Julian decide que no le interesa la lista del partido. No tiene por qué preocuparse de que sus compañeros, futbolistas profesionales, cumplan con su trabajo, jugar al fútbol.

Julian mira el partido con los otros jugadores no convocados, en la zona techada y designada para ellos, esta usando un camperon negro con el logo del club y cuando respira puede ver su propio aliento del frio. Miro a la banca de suplentes una sola vez cuando entraron los jugadores, vio a Enzo vestidos con los colores del club, con una termina celeste abajo, los colores resaltandole en la piel, los aires de liga europea lo hacen brillar. Los detalles en bordo de la camiseta y el short le hacen acordar a Julián del bordo que usaban en River.

A Enzo no había ropa que le quede más linda que la ropa de River, por lo menos según Julian, más de una vez se había distraído durante sus entrenamientos viendo como los kit bordo le abrazaban el cuerpo. En algún momento Enzo le había sacado la ficha y se había dado cuenta como Julian se perdía mirándolo, y más de una vez Enzo había aparecido en la pieza de Julian usando el equipo completo. La rutina era siempre bastante parecida, aparecia Enzo, lo molestaba con algo hasta a hacer enojar a Julian, Julian le pegaba un empujón y Enzo se lo devolvía. Otro empujón, y otro manotazo hasta que terminaban peleando en el piso o en la cama, Julian siempre cedía primero, no le gustaba pelear, y Enzo aprovechaba para tenerlo donde él quería.

En el Manchester CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora