Hey, antes que nada ¡Hola, es un placer!
soy una persona muy social a decir verdad. Antes que nada decir que es una colaboración con una personita muy especial y que estos one-shots antes no eran one-shots... Luego se dirá este tema. Solo disfruta...
Este no se podría considerar un completo one-shot, ya que en este no terminarán juntos o habrá una relacion amorosa.
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¿Alguna vez no les pasó que su día empezaba del carajo?
Digamos que así empezó el día de argentina, tenía una reunión con todos sus "amigos", le daba tanta flojera que pensaba mentir con que le ocurrió algo, pero al pensarlo bien era mejor ir.
De paso vería las estupideces que harían sus amigos, tal vez burlarse de ellos le subiría el ánimo.
– Que fiaca ir... – un suspiro se escapó de sus labios mientras procedía a lavarse la cara. – Lo peor es que voy a llegar atrasado de seguro.
Rápidamente y más despierto salió de aquella habitación mientras empezaba a cambiarse con "elegancia", no lo haría si no fuera porque ONU había dictado eso.
Toda esa santa semana se sintió raro. Como si algo hubiera de pasar. ¿Pero qué? Dos veces tuvo la oportunidad de hablar de eso con Perú y, sin embargo, siguió con esa sensación y no sabía del porque eso.
Al llegar a la gran sala solo suspiro, era casi el último. Y eso que camino más lento que nada, en cierto punto corrió pensando que si había llegado tarde.
Al sentarse con unos papeles en mano su compañero de al lado noto sus vibras tan "malas".
– Buenas Argentina.
– Hola Méx...
Un silencio se formó para que el mexicano preguntara otra cosa.
– ¿Qué te pasa?
– ¿Eh? ¿De qué hablas? – algo confundido lo miró.
– ¿Tenés algún problema? Te ves agotado we –
En eso el argentino lo pensó, no contesto, su vista estaba perdida en el bello suelo.
– ¿Te dejó tu vieja?
– ¿La qué no tienes? – susurró
México río levemente para suspirar.
– Quién sabe y si tengo, pero no cambiemos el tema – dijo relamiendo sus labios – ¿Estás bien?
– No sé, pareciera que si, pero algo me dice que no. – aún confundido diría
– Tal vez y te están haciendo amarre wey.
– No digas pelotudeces.
– Yo solo decía. En fin, ¿te enteraste que habrá una peda que organizó Chile conmigo?
– Recién llegaba pelotudo, no es como que tenga una máquina que me diga "Argentina, hoy habrá una fiesta"
Ambos rieron silenciosamente en su interior antes de que comenzara aquella reunión.
