Movió su cabeza de un lado al otro tratando de descontracturarse. Miró la hora en su reloj; 01:42 de la madrugada, mierda.
Al pasar por la puerta se percató de la presencia femenina en las escaleras, fue a la cocina sin tomarle demasiada importancia. De uno de los gabinetes más altos sacó una botella de whisky y lo sirvió para tomarlo de un solo trago.
—Min YoonGi, ¿Sabes que día es hoy? ¿Recuerdas al menos nuestra cita con el médico?
—Disculpa si mi trabajo consume más tiempo del que planeas para mí.— respondió con sarcasmo. —Por si no recuerdas hoy debía asistir a una reunión importante.
—¿Con SeokJin?, porque él estuvo aquí en la tarde.— el pálido se mostró confundido.
—¿Qué hacía aquí?
—Lo que siempre hace, buscarte.
—Al parecer no fui lo suficiente claro cuando le dije que no quería volver a saber de él. Si se atreve a venir de vuelta tomaré acciones legales.— comentó.
—Aún no entiendo que fue tan grave entre ustedes que ni siquiera puedes verlo.
—Cosas del trabajo.— respondió seco. —¿Qué te dijo el médico?
—Dijo que hay probabilidades de que el tratamiento nos de resultado. Siendo sincera me dio muchas esperanzas...— hizo una pausa soltando un suspiro cansado —Ahora quisiera preguntarte, ¿de verdad quieres esto?
YoonGi sobó el puente de su nariz con frustración, la misma discusión de siempre.
—Necesito que seas sincero— otra vez las lágrimas —esta decisión es muy importante para mí, no voy a pasar por este proceso sola, sin ver ningún cambio en tu comportamiento.— otra vez la victimización.
—Llevamos más de diez años de casados, ¿crees realmente que algo va a cambiar a esta altura?
—¿Cómo puedes decir esto? Estamos hablando de un hijo que sea nuestro, solo tuyo y mío.
—Ya tenemos hijos que son nuestros.
—Sabes que no me refiero a eso.
—No. Lo único que se es que si mis hijos te escuchan hablando de esta manera se sentirán muy mal.
Peinó su largo cabello hacia atrás con frustración. —¿Entonces esa es tu respuesta?— no esperó que contestara, después de años de casados sabía que no lo haría.
YoonGi por otro lado terminó su whisky, sumido en los eróticos recuerdos de JiMin, ¡Oh Dios! el solo pensar en sus labios se sentía como estar en una nube de algodón. Una vez calmó aquellos recuerdos se dirigió a la habitación de sus hijos.
Min YeonJun y Min HeeSeung. Había muchas cosas de las que se arrepentía pero sus hijos no era una de ellas. Aún recordaba con fatal nostalgia el día que los conoció. uno de ellos tenía su brazo fisurado por caer de un árbol, y el otro era considerablemente más delgado. Sin contar que debía dormir apretados en una pequeña cama.
Lo que había comenzado como una forma de reanimar a su esposa luego de la noticia de que no podría concebir, terminó siendo lo más importante que poseía. Se había encargado personalmente de sanar todas y cada una de las heridas de YeonJun y HeeSeung ya no tenía que quedarse sin comer por darle más comida a su gemelo. Les ofreció seguridad, estabilidad y sobre todo su amor, razón por la que ChaeYoung les tenía recelo, temía que algún día le fueran a quitar a YoonGi, si importar que los niños la veían como una madre.
—Pero habla sobre los detalles— le exigí.
JiMin se sonrojó al recordar. —Qué mas detalles quieres, te estoy diciendo que me dio sexo oral, me masturbó, y casi me parte a la mitad, ¿y aún quieres detalles?
—¿Qué tan grande es? ¿Es verdad lo de su lengua?
Él hacía cálculos con sus manos cuando se dio cuenta, —Espera, ¿qué?— me miró confundido y yo también. —¿Qué dijiste de su lengua?
No pude contener la carcajada, había metido la pata esta vez. Tomé un sorbo de mi café —La cosa es que escuché varios rumores de que la lengua del Señor Min es todo una arte. No lo digo yo, lo dicen los rumores— recalqué —Ahora dime si es cierto o no.
—Pues si, es bueno. Que digo bueno, excelente. Nadie me había hecho sentir tantas cosas con solo chapármela. Y luego su pene, santo cielo, si fuera un arma sería ilegal— hice mi mayor esfuerzo por no escupir el café con las risas que me provocaba ver sus expresiones.
—Al parecer mientras mas añejo mejor, como un buen vino.
—Hablando de vinos, DongYeon me preguntó por ti, también me preguntó si ya habías comprado la colección de Versace que querías.
—¿Qué le respondiste?
—Que aún no habías podido hacerlo porque no tenías tiempo, por eso no te habías comunicado con él tampoco. Tu sugar es intenso pero lo vale— comentó
—No me cambies de tema, estábamos hablando de ti. ¿Cuándo volverás a ver a Min?
Un brillo atravesó sus ojos —A mitad de semana.
-C
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Mascota del profesor (Yoonmin) (+18)
Fanfiction-¿que soy especial?- preguntó con amargura -Entoces ¿porqué me esconde?- exclamó con lágrimas en sus ojos Las palabras no servían en este momento en el que JiMin solo quería tirar todo y gritar a los cuatro vientos que se amaban. Pero.. como hacerlo...