2.0: Deseo

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El día del baile había llegado, y nuestros tres protagonistas se encontraban juntos en la casa de JiMin, la cual era la que estaba más cerca. Aún faltaban un par de horas para el evento por ello el trío se encontraba jugando en el jardín bien cuidado de la señora Park.

—¡Estas haciendo trampa!— gritó el plinegro, señalando acusatoriamente a su amiga.

—No hago trampa, solo tengo suerte.— contestó con parsimonia.

Los naipes siguieron pasando de aquí para allá, hasta que la castaña cantó: —Blackjack, otra vez.

TaeHyung soltó un medio gritó de pura frustración, ¿cómo era posible que alguien sacara cuatro veces consecutivas Blackjack sin hacer trampa? Era totalmente imposible. 

—Aquí tienes.— farfulló entregando 62.500 wons al igual que el de cabellera clara. —Ya no quiero perder mtas dinero, mejor vamos a cambiarnos.— propuso obteniendo la aprobación de sus amigos.

—TaeHyungnie, te he dicho que ese cinturón no va bien con lo demás— protestó la castaña al examinar una vez más el atuendo.

—Yo creo que está bien, y eso es suficiente.— declaró con un puchero.

—Mientras JiMin termina de ducharse te peinaré y maquillaré, y luego me dices si te quedas o no con el cinturón, ¿de acuerdo?— el más alto la miró entrecerrando sus ojos por unos segundos, pero accedió sin decir palabra.

La blanquecina tomó el secador de pelo y con un cepillo comenzó a secar y dar forma a los rebeldes mechones negros. Luego tomó la plancha del pelo y formó pequeñas ondas que le daban un toque delicado. —Vas a quedar precioso.— aseguró revisando que todo esté en su lugar.

Seguidamente tomó sombra café y un delineador de ojos negro para así poder comenzar a acentuar aquellos rasgos irresistibles que se cargaba su amigo, no sin haber aplicado hidratante por todo su rostro. Una vez estuvo conforme pasó a quitar los pequeños residuos en la zona. Colocó un poco de base y con ayuda de una esponja la impregnó en el joven, solo para emparejar su perfecta piel acaramelada. En su dedo meñique puso una esponja para no arruinar el trabajo realizado mientras rellenaba los labios con un brillo rosado, sin que pareciera demasiado. Por último, con un iluminador resaltó sus pómulos, nariz y mentón.

—¡Perfecto!— exclamó llevando los dedos de su mano a sus labios y lanzando un beso al aire. —¡Dios! ¡Quiero casarme contigo!

—¡Yah!— gritó avergonzado, llevando su vista al gran espejo, examinando el trabajo de SoHyun. Lo admitía, en su reflejo se veía como.. no, él era un príncipe. —¡Maldición! No puedo estar tan jodidamente bien.— murmuró casi sin creérselo. Se veía tan sexy y al mismo tiempo formal.

—¡JiMin, es tu turno. Mueve tu gran culo!— gritó mientras acomodaba lo utilizado. —Demonios, por qué siempre tiene que tardar tanto. Solo vamos a un estúpido baile y el tarda como si fuéramos a ver a Taylor Swift en jodida persona— farfullaba entre dientes quitando su ropa.

TaeHyung la miraba atento, sin entender una palabra de lo que soltaba la joven semi desnuda. Le ayudó a ponerse su vestido tratando de sacarle conversación. —Se te ve demasiado bién.— alagó. —Seguro conquistarás al chico, nonna.

—Fue una coincidencia, Tae, pero no voy a quejarme por ir al mismo instituto.— comentó ajustando sus zapatos. —Deberías hacer lo mismo. Consigue una buena pareja y pasala bien esta noche.— mal aconsejó mientras formaba definidos rizos en su negro cabello. —Solo asegúrate de que no vaya a buscarte después. Son un fastidio.— habló despectiva.

—Nonna, no voy a arruinar el momento que he esperado toda mi vida. Quiero que sea especial.— murmuró con anhelo.

—Yo podría hacerlo especial para tí, cariño.— su tono seductor fue acompañado por sus delgados brazos envolviendo el cuello de su amigo, en una posición bastante comprometedora. —Solo debes pedirlo.— susurró a centímetros de los rosados labios.

Mascota del profesor (Yoonmin) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora