VI

22 5 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝚈𝚄𝚃𝙰




Mi novia y yo nos reunimos en el rellano de la escalera principal, tal como acordamos. Antes de que pueda decirle el clásico cumplido de rigor, ella frunce el ceño y señala mi pecho. 

―¿Qué es eso?

Se refiere a mi relicario. Uno de los botones de mi camisa se ha soltado, dejando al descubierto la pieza de bisutería. 

―Me lo regaló un amigo ―respondo, pero me arrepiento en el acto. 

Ella se ríe.

―¿Por qué un amigo te regalaría un collar para niños?

―Es una broma privada ―digo con un tono demasiado cortante.

―Está bien, cariño. Pero no puedes llevar puesta esa cosa en la cena de mis padres. Es un milagro que les agradaras, así que no lo estropees por una tontería. Además, recuerda que asistirán varios senadores a la velada.

Hice una promesa, así que no me quitaré el collar. Ni siquiera por mi novia. Pero no tengo el valor de decírselo directamente. En cambio, me excuso diciendo que necesito hacer una llamada importante.

Abro la primera puerta que aparece en mi camino y me encierro en lo que resulta ser una pequeña habitación para invitados.

¿Qué hago?

No quiero asistir a la cena.

No quiero quitarme el collar.

Me siento acorralado por las circunstancias. Y mi preocupación por Mark aumenta.

Entonces, cuando estoy a punto de sufrir una crisis nerviosa, recibo una llamada de Doyoung. ¡Es un milagro navideño! ¡Mi ángel aparece justo cuando más lo necesito!

―Gracias a Dios ―exclamo en cuanto atiendo. 

―¿Qué sucede, Yuta?

―¿Por qué me has llamado?

―Sólo quería saber qué tal iban tus vacaciones...

―Técnicamente lo estoy pasando muy bien, y mi novia es fantástica, y todos aquí son amables, y todo es perfecto y maravilloso, y...

―Entendí el punto ―me interrumpe. Como siempre, quiere que vaya directo al grano―. ¿Cuál es el "pero"?

―Mark me ha enviado un mensaje para desearme una feliz Navidad.

―¿Y?

―Faltan dos días para Navidad, Doyoung.

―Quizás Mark quería desconectarse del mundo estos días, así que mantendrá su celular apagado durante las fiestas. Por eso te envió el mensaje antes. ¿No lo habías pensando?

―No ―admito, avergonzado―. Es que tuve un mal presentimiento. ¿Mark también te envió un mensaje?

―No, pero eso no tiene importancia. Siempre has sido el favorito de Mark. 

―Recuerda que es sólo actuación.

―La supuesta química entre ambos es una actuación, pero no me cabe duda de que Mark se ha encariñado mucho contigo..., así que no es raro que te saludara en estas fechas. Tranquilízate, ¿sí? 

―Bueno..., tal vez tienes razón.

―Siempre tengo razón.

―Pero sigo sintiéndome extraño.

―¿Extraño en qué sentido?

―Respecto al asunto de Mark.

―Supongo que no se trata solamente del misterioso saludo navideño...

―Mi novia quiere que me quite el collar que Mark me regaló el año pasado.

―¿El collar con el horripilante corazón de plástico?

―No es horripilante ―replico.

―¿Cómo puedes decir eso? ―exclama Doyoung, horrorizado―. ¡Tienes más sentido de la moda que todos nosotros! 

―¡Le prometí a Mark que no me lo quitaría! 

―Sí, pero... ―empieza a decir, pero se interrumpe de golpe―. Oh, rayos...

―¿Qué?

―Yuta... ¿qué sientes exactamente por Mark?

Me quedo callado. Su pregunta me ha pillado desprevenido. No sé qué decir. Todas las posibles respuestas son incorrectas por distintas razones.

―Sabía que este truco publicitario no era buena idea ―dice Doyoung, rompiendo el silencio―. Fingir que alguien te atrae es jugar con juego. Me preocupaba que uno de los dos saliera herido.

―Nadie ha salido herido.

―Aún ―puntualiza. Detesto cuando habla como un sabelotodo―. Yuta, es evidente que estás confundido.

―Tengo novia, Doyoung. Estoy feliz con mi relación.

―Pero quieres estar con Mark en estos momentos, ¿o acaso me equivoco?

No soy capaz de negarlo, y me odio a mí mismo por ello. 

―Mi vida amorosa es un desastre ―admite Doyoung, sacándome de mis pensamientos.

―Siempre dices que no tienes vida amorosa ―replico, pero sé a qué se refiere. Está pensando en Taeyong. 

—Mi vida amorosa es un desastre —repite—. Pero te daré un consejo: haz lo que debas hacer. Si extrañas a Mark... vete ahora mismo de la casa de tu novia. Anda con él. 

—¿Y qué le digo?

—La verdad.

—¿Y si él... no siente lo mismo? ¿Qué hago si piensa que estoy loco?

—Encontrarán la manera de solucionarlo. Todo estará bien, Yuta. 

Deseo con todo mi corazón que sus afirmaciones sean ciertas. De todos modos, me sorprende que alguien como Doyoung me diga cosas al estilo "sigue a tu corazón". El amor lo ha hecho cambiar.

𝑆𝐴𝐷 𝐻𝑂𝐿𝐼𝐷𝐴𝑌𝑆 | 𝚈𝚄𝙼𝙰𝚁𝙺 | 𝙽𝙲𝚃𝟷𝟸𝟽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora