One-Shot de Nymphadora Tonks

Empezando a Vivir

Nymphadora Tonks acarició la mejilla de su hijo dormido, sonriendo suavemente mientras su cabello se movía salvajemente a través de una amplia gama de colores mientras soñaba. Él era un metamorfomago, al igual que ella, aunque no podía recordar la última vez que sus rasgos habían cambiado, incluso inconscientemente, del oscuro cabello castaño claro que adornaba su cabeza. Quizás no desde justo después de la muerte de Remus.

Volvió la cabeza y ahogó un sollozo cuando el recuerdo la golpeó como un mazo: siempre era lo peor, siempre así, en el aniversario de la Batalla de Hogwarts, donde había perdido no solo a su esposo y a su amor, sino también también su madre.

Andrómeda había sido insistente, le había dicho a Tonks que ni siquiera pensara en salir mientras tenía un hijo que cuidar, incluso la había amenazado con atarlo y tirar su varita por la ventana si no se quedaba con Teddy. Tonks finalmente había cedido cuando Remus también se involucró, y al día siguiente, su mundo se había hecho añicos a su alrededor.

Era un Harry Potter malhumorado y exhausto que había llegado a su puerta ese día y le había dado la noticia. Nunca lo había visto tan indefenso como cuando se derrumbó, sollozando contra él, y él la abrazó, haciendo todo lo que se le ocurrió para calmarla. Más tarde se enteró de que él creía que él mismo era horrible para consolar a las mujeres que lloraban, desde su tiempo con Cho Chang. Tonks, sin embargo, lo tranquilizó y le dijo que la había manejado muy bien.

Tonks sintió que las lágrimas corrían por sus mejillas, mientras miraba a su hijo, sin poder creer que ya habían pasado cuatro años desde que los perdió. Ahora, todo lo que tenía era a Teddy.

Bueno, eso no era del todo cierto, pensó, mientras su visión borrosa por las lágrimas miraba alrededor de la ahora alegre atmósfera del número 12 de Grimmauld Place. No, ella también tenía a Harry.

Se había tomado muy en serio sus deberes como padrino y convirtió el antes lúgubre Grimmauld Place en una casa bastante atractiva. Luego, insistió en que Tonks y Teddy se mudaran y vivieran con él para poder ayudarla a criar a Teddy. Había sido necesario un poco de súplicas y torceduras de brazo por parte de Harry, y asegurarle que realmente los quería allí, y que no se entrometerían en la vida del joven, pero finalmente la convenció.

Harry no había regresado a Hogwarts y, en cambio, había trabajado con Hermione, quien los ayudó a él y a Ron hasta el punto en que los tres pudieron aprobar sus EXTASIS. se apresuró a dárselos, pero como de costumbre, odiaba la idea de usar su fama para tal cosa.

Desde entonces, Harry había pasado los últimos tres años entrenando para convertirse en Auror, tal como lo había planeado años atrás. Sabía que había pensado en convertirse en Quidditch profesional, pero que se había dado cuenta de que amaba volar mucho más que jugar.

Se había graduado con honores hacía varios meses y era uno de los muchos Aurores nuevos que se unían al Cuerpo. Tonks sabía que estaba patrullando y probablemente no regresaría hasta la mañana, pero deseaba que estuviera aquí, como lo había estado cada dos años en este día, abrazándola, consolándola.

Le preocupaba, los primeros años, que él no pareciera interesado en entablar ningún tipo de relación. Había sentido que ella y Teddy eran la causa, ya sea que él sintiera algún tipo de obligación de comprometerse con ellos, o simplemente que pocas mujeres estaban interesadas en involucrarse con un hombre que vivía en la misma casa que una mujer mayor. y su hijo, incluso si él era el 'Hombre-que-ganó', como ahora lo etiquetaban.

Harry le había dicho que su romance adolescente con Ginny Weasley en su sexto año había sido solo eso: un breve romance adolescente. Ahora que se había visto obligado a madurar, y después de todo lo que había pasado en las batallas contra Voldemort, simplemente descubrió que no tenían nada en común, ni siquiera una forma de conectarse, y rápidamente interrumpió cualquier intento que ella le hiciera. había hecho para reavivar la relación.