Capítulo 23

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Jungkook caminó por el pasillo con cautela, sintiéndose como un intruso en la casa. Eran poco más de las ocho de la mañana y sabía que no tendría caso quedarse en la cama, mucho menos porque tenía la inquietante necesidad de encontrar a HyeSung.

La noche anterior estaba muy borrosa: tras la cena con los Kim e irse a dormir, cayó en las profundidades del reino de Morfeo a causa del cansancio que la ansiedad le provocaba. Tenía el leve recuerdo de su hijo intentando despertarlo y se sentía culpable de no haber podido luchar contra lo exhausto que se sentía.

Ahora, al despertarse, no lo había encontrado en la cama y su paranoia estaba empezando a elevar su pulso con fuerza.

Su primer instinto fue ir a buscar a Taehyung. Todo lo que éste le había dicho era que su habitación estaba al inicio del pasillo y no estaba seguro de si arriesgarse en buscar cual de las puertas era por miedo a invadir la habitación de los señores Kim o algo así.

De todas formas, estaba hablando de su hijo. ¡Como si tuviera que poner la casa patas arriba para encontrarlo sano y salvo!

—¿Taehyung? —preguntó en voz baja, tocando dos veces una de las puertas y abriendola un poco.

Era un baño. Suspiró y volvió a cerrarla antes de ir a la segunda.

Se asomó sólo para encontrar todo a oscuras, con las persianas entrecerradas y la luz del pasillo apenas iluminando. Tardó unos segundos en acostumbrarse a la poca claridad antes de poder identificar una cama en el medio de la habitación y un bulto de sábanas en ella.

—¿Taehyung? —Susurró con duda.

—¿Uhm...?

La ronca voz sorprendió un poco a Jungkook, aunque no era la primera vez que lo escuchaba nada más despertar.

—¿Está HyeSung aquí?

—¿Qué? —preguntó adormilado.

—Que si está Hye —repitió con algo de impaciencia, cambiando su peso de un pie a otro con ansiedad.

Taehyung se giró, destapándose para mirar con ojos entrecerrados a Jungkook en el marco de la puerta.

—Sí —bostezó—. Se vino por la noche.

—Ah. Vale. ¿Cómo?

—No sé —se encogió un poco y volvió a acurrucarse entre las mantas—. Supongo que estuvo probando puertas. ¿Qué haces despierto tan temprano? Ven a dormir, anda.

—Son las ocho, Tae —negó.

—Pues cierra la puerta al salir, Sungie y papá Tae están teniendo un sueño reparador —volvió a bostezar y le dió la espalda a Jungkook.

—¿No vas a superar eso? —Enarcó una ceja.

—Uhm...

—Eres un anfitrión terrible —Jungkook soltó un bufido.

—También te quiero, Kook.

Poniendo los ojos en blanco, el menor salió y cerró la puerta con suavidad. Al menos ya sabía que HyeSung no había desaparecido mágicamente por la noche. Cuando Taehyung estuviera menos ido por el sueño le preguntaría sobre eso, pero de momento le bastaba con saber que estaba bien.

Bajó las escaleras con lentitud, sin saber muy bien qué hacer. No había ninguna luz encendida porque la claridad de la calle bastaba para iluminar todo a la perfección, pero Jungkook pudo identificar que había alguien en la cocina y se sintió aliviado de saber que no estaría solo en una casa ajena.

—Buenos días —saludó con formalidad al ingresar, viendo a Yonghwa preparar el desayuno con una mezcla de tortitas.

—¡Buenos días, Jungkook! —YooSang le sonrió mientras terminaba de poner la mesa—. ¿Dónde están Tae y HyeSung?

Tik Tok Tae! [kth + jjk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora