Capítulo 30

218 30 3
                                    

Jungkook pasó un buen rato deshaciendo las maletas una vez Taehyung se marchó. La despedida fue tímida y se prometieron verse pronto, aunque de alguna forma el menor se sentía feliz de volver a su hogar y, sobre todo, de poder volver a ver a Jinseo.

HyeSung pasó la tarde viendo televisión y coloreado en un cuaderno mientras Jungkook organizaba el departamento, guardando la ropa que se llevaron, abriendo las ventanas y activando la electricidad. Cerca de las ocho fueron a casa de los Shin y cenaron ahí.

Para cuando Jungkook se preparó para irse a casa, HyeSung ya se había dormido en sus brazos.

—¿Puedo acompañarte? —Jinseo se levantó del sofá donde habían acabado hablando sobre la última semana y el viaje a Incheon.

—Es tarde, ¿estás seguro?

—Claro, además así podemos hablar en privado —le sonrió un poco, bajando la voz aunque sus padres no estuvieran en el salón.

Tenían una conversación pendiente, era cierto. Pero no esperaba que fuera tan pronto. Había llegado ese mismo día e incluso Jungkook había necesitado tiempo para preguntarle a su mejor amigo respecto a lo que Seokjin le dijo.

Al parecer Jinseo habían tenido el tiempo suficiente para prepararse para esa conversación. Él siempre había demostrado ser más valiente que Jungkook para afrontar el dolor.

—Estaba preocupado de que la semana con Taehyung hubiera hecho que volviera a pasar lo de la primera vez —comentó el mayor cuando salieron a la calle. La noche era fresca, agradable para caminar sin prisa luego de un par de días bastante calurosos,

—Bueno... Ha sido tiempo en familia —Jungkook sonrió para sí mismo al referirse de esa manera a la última parte del viaje—. Creo que me ha hecho bien. Me he sentido... normal, pero de una manera agradable. De alguna forma creo que me ha ayudado a reconciliarme un poco conmigo mismo; darme cuenta de que puedo sentirme como un joven normal y ser el padre que HyeSung necesita a la vez. No tienen porqué anularse lo uno a lo otro.

—Genial, nos separamos una semana y haces todo el desarrollo de personaje que no has hecho conmigo en estos dos años —Jinseo bufó, bromista, haciendo reír a su mejor amigo bajo para no despertar a HyeSung—. Me alegro de que hayas llegado a eso.

—Todavía hay que esperar si eso cambia algo —suspiró, mirándolo el rostro dormido de su hijo luego de calmar su risa—. Ser consciente de ello no significa que la parte irracional de mí vaya a entenderlo también.

—Pero es el inicio del proceso, ¿no? ¡Es suficiente por lo que estar orgulloso! —lo animó el mayor.

Jungkook asintió brevemente, en silencio. Se recordó a sí mismo que al día siguiente, antes del trabajo de tarde, debía llamar a una consulta psicológica para agendar una cita.

De sólo pensarlo le empezaban a sudar las manos, en parte por los nervios y el miedo de tener que exponerse, pero también por el naciente alivio que le daba la certeza de que ya no tenía que vivir así. Que no tenía que vivir sufriendo, ni temiendo, ni odiando.

Era momento de sanar.

—¿Qué hay de ti, Jin? —susurró tras unos minutos caminando en silencio, uno al lado del otro—. ¿Cuál fue el proceso por el que tuviste que pasar?

Jinseo no respondió de inmediato y Jungkook le dio tiempo. Confiaba en que se lo diría si estaba listo, y también confiaba en que Jinseo llevaba mucho listo. Y tuvo razón:

—No hablé de esto contigo porque no quería hacer que cargaras con más —empezó con voz baja, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón—. Cuando pasó tú ya tenías suficiente con lo tuyo y yo tenía a mis padres y a mi hermano.

Tik Tok Tae! [kth + jjk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora