CON ÉXITO, EL HECHICERO SUPREMO Y LA mujer albina pudieron salir victoriosos de la amenaza que la rubia le había advertido al hechicero tiempo atrás.
━━ Fue un placer pelear a tu lado Clea, pero es hora de que vuelva con mi familia, deben de estar esperando —habló el hombre viendo a la mujer.
━━ Lo entiendo Stephen, pero hay un problema, al enfrentarme a Dormamu mis poderes salieron afectados, por consecuencia no puedo hacer portales, ni mucho menos regresar te al tiempo en que te fuiste —Informó la albina, está se sentía culpable por separar al hombre, de quien había agarrado cierto cariño, de su familia, sabía que tenía hijos, él le había hablado sobre ellos y en especial de ella, cuando aquel hombre hablaba de su esposa un brillo en sus ojos apartecia, brillo que Clea quería provocar en aquel hombre cuando la viera.
Stephen no podía aceptar que no volvería a ver las únicas razones que tenía para mantenerse cuerdo en ese mundo de locura, buscó con desesperación una forma de volver, era un hombre que no se rendía fácilmente. Después de un tiempo no le quedó de otra que aceptar su presente, Stephen no volvería a ver a su familia, no podría darles una explicación del porqué se fue, todo para hacerse en héroe.
Con el pasó del tiempo, Stephen y Clea se tenían el uno al otro, pudieron salir del mundo de Dormamu pero no pudieron regresar a su universo. El hombre empezó a ver a la mujer de otra forma, le encantaba su compañía, sus chistes, su calidez, todo de ella. La mujer jamás dejó de pensar en él hombre, en cómo sería una vida a su lado, sus sueños se basaban en eso, pero no tardó mucho en hacerse realidad.
Empezaron a tener citas, despertar las mañanas juntos y esas cosas que pasan cuando te estas enamorando. Strange se mentiría si no aceptara que en algún punto de su relación con la mujer albina llegó a pensar en la mujer pelirroja. La extrañaba demasiado, tuvieron que pasar por cosas para que ellos pudieran estar juntos y ahora todo ese esfuerzo al parecer no valió la pena, porque ahora se está revolcándose con otra.
Con el pasar de los años, Stephen cada vez más se estaba enamorando de la rubia albina y olvidándose de su esposa, Strange invitó a la mujer a una cena bajo las estrellas, estaba decidido Clea era con la mujer con quien quería compartir el resto de su vida.
