Capítulo 10

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Nunew aprovechó el tiempo para llamar al padre de Net, un grandioso joyero, para que lo ayudara con el brazalete de Zee. Quería que fuera algo muy especial.

—Hola, señor Horan.—dijo en tono de broma.

—Nunew, cachorro, te he dicho que no me llames así.

—Lo sé, papá Kobit, pero me gusta molestarte con eso.

—Sí, lo haces siempre.

—Como sea, te llamo porque ocupo algo.

—Soy todo oídos.

—Bueno... Necesito un brazaletedecortejoporfavor.

—Muchacho, no tengo idea de que dijiste.

—Es que, ugh, necesito un brazalete de cortejo.

—¿Un brazalete de cortejo?

—Sí, quiero uno que sea realmente especial.

—¿Por fin estás con Zee?

—Ayer me dió un broche de cortejo, y me hizo un nido, por lo de mi omega.

—Estoy tan feliz por ti, lo mereces, cachorro.

—Gracias, papá Kovit, la verdad aún no me lo creo.

—Espero que me cuentes todo, puedes venir mañana y vemos lo del brazalete.

—Entonces mañana iré temprano, además, debo contarle a Net también.

—Entonces aquí nos vemos.

Nunew ya sabía como quería que fuera el brazalete, sabía que iba a salir muy caro, pero a su parecer, Zee merecía eso y más. Estaba muy emocionado, quería ayudar a crearlo, quería darle algo que tuviera más que solo un significado, que su alfa lo viera y pensara en que él lo diseñó, que ayudó a crearlo.

Buscó en su armario y vió un traje negro que sólo había usado una vez, le quedaba muy bien y pensó que iba a hacer su broche resaltar, así que eligió ese sin dudarlo. Lo dejó en su cama y se dedicó a ponerse sus cremas por su cuerpo.

Se volvió a poner la ropa que tenía anteriormente y bajó a almorzar un poco antes de lavarse los dientes y cambiar su ropa por el traje. Se puso una camisa blanca, medias, su pantalón, los zapatos y por último su saco. Dejó que su cabello se viera un poco despeinado. Dejó su aroma sin ningún perfume y se puso un poco de brillo en los labios.

Estaba a punto de ponerse su broche cuando el timbre sonó, vió su celular y ya era hora de irse, así que agarró su billetera, el regalo, sus llaves, su celular y el broche antes de salir de su habitación y bajar a la sala. Iba en los últimos escalones intentando ponerse el broche, cuando resbaló y terminó con su cara frente a la de Zee, que al verlo resbalar se movió rápidamente a atraparlo.

—Oops.

—Hola, bonito.

—Lo siento.

—¿Qué venias haciendo que resbalaste?

—Intentaba ponerme el broche, no veía las escaleras.– sus mejillas tenían un bonito sonrojo.

—Déjame hacerlo a mi.

Zee agarró el broche de sus manos y cuidadosamente lo puso en una solapa de su traje. Volvió a verlo fijamente y dejó un suave beso en su mejilla. Su omega ronroneó al ver a su alfa ser tan cuidadoso con él. El alfa infló su pecho orgulloso de él mismo, al sentir el aroma de felicidad que comenzó a soltar su omega con sus cuidadosos actos.

—¿Nos vamos?

—Sí alfa, por favor.

Ambos salieron de la casa, se dirigieron al auto donde Zee abrió la puerta al omega y después entró él. Su auto estaba inundado con el delicioso aroma de su omega, haciendo a su alfa sentirse feliz y tranquilo.

—Lo siento.–el omega estaba muy sonrojado en su lugar.

—¿Qué sientes?–lo vió confundido antes de encender el auto.

—Llené tu auto con mi aroma, es que no puedo evitarlo, eres muy atento conmigo, y amo que abras la puerta para mi, haces sentir bien a mi omega, me haces sentir tan bien a mi, que no puedo solo reprimir el sentimiento.

—No debes disculparte, tu olor hace sentir bien a mi alfa y a mi me encanta, además, me hace feliz saber que hago sentir bien a mi omega, y ahora mi auto huele delicioso.

Zee puso, respetuosamente, su mano libre sobre la rodilla del omega, que lo volvió a ver y puso su suave mano sobre la del alfa, quién volvió la mano y entrelazó sus dedos.

El viaje pasó en un silencio cómodo, y en 35 minutos ya estaban frente a la puerta de la casa de los padres del alfa, tenían una de sus manos pegada a la del otro, y Nunew soltaba un ligero olor que denotaba nervios. Zee lo volvió a ver y beso rápidamente su mejilla antes de que la puerta delante de ellos se abriera, mostrando a los padres de Zee al otro lado.

—Nunew, cariño, no pensé que vinieras con Zee.— habló la madre del alfa, feliz por verlos juntos.

—Bueno, no podía perderme su fiesta de aniversario, por cierto, felicidades.– les tendió la bolsa mediana donde venía su regalo– es algo pequeño, pero creo que ambos entenderán el significado.

—Cariño, pero déjalos entrar –habló Mark, haciendo a un lado a su esposa para que ambos muchachos entraran a la casa.

—Gracias padre, ¿y Janistar?

—Aquí estoy, hola Nhu.

—Hola Janis, el vestido te queda genial.

—Eres un encanto, si fuera alfa, definitivamente intentaría cortejarte.

Las mejillas de Nunew se colorearon de rojo, y Zee soltó un gruñido involuntario.

—Lo siento. –dijo luego de aclarar su garganta– ¿Podemos ir a la sala?

Todos se dirigieron a la sala, Zee iba a hablar pero Nunew se le adelantó.

—Me gustaría que vieran mi regalo antes de que Zee hable. –Nunew se sentía muy nervioso, pero intentaba disimularlo.

Junne sacó de la bolsa, unas manos entrelazadas talladas en madera. Una mano era más grande que la otra, y ambas tenían anillos de boda. Siguió viendo detalladamente, notando que, efectivamente, eran su mano y la de su esposo. Aunque nada de eso le llamó la atención tanto como el grabado que tenía debajo de las manos "Si hay amor, ¿qué tan importante puede ser lo demás?".

Volvió a ver hacia su hijo y el omega, notando por primera vez que estaban más cerca de lo normal, sus manos se seguían tocando, y además...

—¡Tienes un broche de cortejo, Zee te está cotejando!

—Por fin te animaste, hermanito.

—Yo... bueno, el cortejo aún no es oficial, falta el brazalete, estoy trabajando en eso.

—Si quieres, puedo llevarte donde pedí yo el de Mark, es un buen lugar.

—No umm, gracias pero ya sé donde hacerlo y esas cosas, si, gracias.–Nunew estaba muy rojo y nervioso.

—Felicidades a ambos, se ven bien juntos.

—Gracias, papá. –Zee se acercó un poco más a Nunew y juntó sus manos, intentando transmitirle seguridad.

Nunew vio sus manos juntas y volvió a ver a su alfa, dándole una pequeña sonrisa antes de dejar un corto beso en su mejilla y separarse.

—Son tan lindos, necesito una foto de este momento, Janis, la cámara.

Mi omega huele a lo que me gusta (bananas)|| ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora