Capítulo 26

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Advertencia [+18]

Cuando llegaron al supermercado, ambos bajaron del auto, se tomaron de las manos y caminaron hasta la entrada del mismo. Agarraron un carrito de compras y fueron directamente al pasillo de los snacks.

—Bien, ¿qué deseas, Sol?

—Cualquier galleta o barrita está bien.

—¿Incluso de avena?

—Mmm, sí, galletas de avena con frutos rojos suena muy bien.

—Entonces de esas, barritas con trocitos de chocolate también, uh, estas que tienen jalea de fresa en el centro son buenas.

—Yo quiero estos palitos con queso, por favor, uh y esas barritas con sabor a naranja.— metieron algunas barritas más.

—Bien, creo que con esos estamos bien, ahora los líquidos. ¿Quieres algo además de agua?

—Leche de fresa o vainilla, por favor. ¿Podemos llevar yogurt y cereal? Me gusta desayunar eso después de un celo.

—Claro, tambien podemos llevar algunas frutas, ah y jugo de naranja.

—Bien, entonces vamos por las frutas para poder irnos.

Caminaron hacia el área de las frutas y verduras y comenzaron a elegir sus favoritas. Nunew estaba pensando si llevaría bananas cuando sintió a alguien detrás de él.

–Así que, ¿ahora le ayudas a tu jefe con las compras para el celo?

Se volteó y se sorprendió al ver a Lawan. No parecía el tipo de persona que ponía un pie el supermercado.

—No creo que eso sea de tu incumbencia.

—Claro que sí, ese hombre es mío, todo lo que tiene que ver con él me importa.

—Bueno, no soy un objeto, pero si fuera de alguien, definitivamente sería de Nunew.— habló Zee detrás de la omega.

—¿El secretario sin futuro? Eres mío amor, no bromees así solo por no hacerlo sentir mal.

—Este secretario tiene más futuro del que imaginas, y es mi omega, dirígete hacia él con respeto.

—¿Tu omega? ¡Tu omega soy yo Zee! Me perteneces, nos vamos a casar y ser felices.

—Mi omega es Nunew, la única persona con la que me voy a casar es con él. Deja de humillarte Lawan, entiende que nunca me has gustado y nunca vamos a ser nada.

—¡Lawan! Te lo advertí, que dejaras de intentar que Zee esté contigo a la fuerza, ¡estás enlazada! Deja al pobre hombre con su omega. Nos vamos, ya buscaré donde enviarte para que aprendas a que no todo lo que uno quiere se puede obtener, y que no puedes obligar a las personas a darte todo lo que quieras. Te irás en dos días, así que será mejor que vayas alistando tu maleta porque sólo te daré $500 para ayudarte.

—¡Papá, no! Zee es mío, él lo va a entender padre, déjame quedarme con él.

—Necesitas ayuda, estás mal. Lo siento joven Panich, si hubiera sabido que usted estaría cerca, no la hubiera traído.

—No se preocupe, señor Luv, pero si nos disculpa, debemos retirarnos.

—Sí, claro, nosotros igual. Con su permiso, tengan buen día.

—Igualmente.

Se dirigieron a pagar las compras y luego caminaron hacia el auto con sus cosas en esas nuevas bolsas de tela reutilizables y mucho más fáciles de cargar. Pusieron todo en los asientos de atrás antes de que Nunew se excusara diciendo que olvidó comprar algo.

Mi omega huele a lo que me gusta (bananas)|| ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora