Capítulo 24

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—Pues, de repente, pensé que estaba enamorada de Taehyung, pero no era verdad. Ahora lo sé.

—No tienes que disculparte.

—Supongo que tú estarás acostumbrado a eso.

—¿A qué? —preguntó Hoseok.

—A que las personas se enamoren de tu novio.

—Ah, sí, bueno... Ocurre algunas veces.

—Pero tú tienes suerte. Está loco por ti.

Si fuera cierto... Hoseok se obligó a sí mismo a sonreír, pero decidió cambiar de tema.

—Entonces, ¿Jungkook y tú...?

—Va a venirse a casa hasta que la suya esté arreglada.

Eso significaba que él al fin podía volver a su habitación. Era un milagro. Entonces, ¿por qué no se alegraba? Después de lo que ocurrió la noche anterior, debería estar encantado de tener su propia habitación.

Pero la verdad era que le horrorizaba haber roto una amistad de veinticuatro años por una noche de pasión.

Era culpa suya. Lo había seducido. Lo había tentado para que hiciera algo que no quería hacer. Y tenía que solucionarlo.

La consulta de geriatría estaba hasta los topes aquella noche. Varios de los pacientes se habían enterado de que Jack Finn estaba en el hospital y querían saber cómo estaba.

Después de la consulta, Hoseok volvió a casa.

Estaba vacía. Taehyung no volvió a casa hasta las doce.

Cuando oyó las llaves entró en el salón y se sorprendió al ver que él daba un paso atrás. ¿Tae tenía miedo de él? ¿Cómo iban a volver a estar cómodos el uno con el otro?

—Quería hablar contigo —dijo Hoseok, ofreciéndole una copa de vino.

—¿De qué?

—Siento mucho lo que pasó...

—Sí, ya lo sé. Me lo has dicho esta mañana.

—Pero hay algo más.

—¿Qué, Hoseok?

—Tú querías hablarme de la persona de la que estás enamorado y yo no quise escucharte.

Taehyung se quedó mirándolo durante largo rato, como si no entendiera.

—¿Quieres que te hable de la persona que amo?

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque soy tu mejor amigo. Porque... estoy interesado. Y porque tú quieres hablar de ello.

—No quiero hablar de ello.

—Pero esta mañana...

—Esta mañana quería hablar de muchas cosas. Pero ya no.

Nunca antes lo había visto así. Ausente, lejano.

—Pero, Tae...

—Olvídalo, Hoseok —la interrumpió él.

—Pero esta mañana...

—Déjalo, de verdad.

Hoseok sintió que algo se moría dentro suyo. No podía llegar a él. Ya no era su Tae.

—¿Qué nos ha pasado? ¿No podríamos volver a ser...?

—¿Lo que éramos antes de... las relaciones sexuales? —rió él, con amargura—. No lo creo, Jung.

De modo que ese era el final de su amistad.

Por tenerlo todo durante una noche, lo había perdido todo para siempre.

..............................

—Una carta para ti, Hoseok —le dijo Mina..

—Gracias.

Sabía lo que era. La respuesta a una solicitud de empleo en el hospital de Busan.

Había dado la dirección de la clínica para que Taehyung no supiera nada. Aunque tendría que enterarse tarde o temprano. Y estaba seguro de que no querría detenerlo.

Habían pasado varias semanas desde aquella noche y él seguía evitándolo como a una plaga. Cada vez que entraba en una habitación, él salía y, por las mañanas, cuando se levantaba Taehyung se había marchado.

Su amistad pendía de un hilo y eso lo apenaba de una forma extraordinaria. Nunca, en los veinticuatro años que habían sido amigos, habían discutido seriamente por nada... hasta aquel momento.

Cerrando la puerta de la consulta, abrió la carta con manos temblorosas. Como había imaginado, solicitaban una entrevista unos días después. Debería estar contento, aunque sabía que si le daban el empleo no volvería a ver a Taehyung.

Pero, ¿qué otra cosa podía hacer? Kim ya no lo necesitaba como su falso prometido y tampoco parecía necesitarlo como su mejor amigo.

Le pidió a Namjoon el jueves libre y el director de la clínica no le pidió una explicación. Mejor.

Después de guardar la carta en el bolso, Hoseok llamó a su primer paciente del día: Anna Watts.

—Vaya, tienes mucho mejor aspecto. Y Harry también parece más contento.

—Ha cambiado por completo —sonrió la joven, sacando al niño del cochecito—. Ya no llora por la noche y está mucho más tranquilo.

—Parece un niño muy feliz. Mira qué sonrisa.

—Es verdad. Y yo estoy mucho más tranquila.

—¿Has venido a ver al doctor Kim?

—Sí, me ha dicho que siga tomando los antidepresivos durante unos meses, pero cree que pronto podré dejar de tomarlos.

—¿Y qué tal con tu marido?

—Muy bien —sonrió Anna—. Ya mantenemos... relaciones normales. Además, como el niño no llora, la vida es más agradable para todos.

—Me alegro mucho —sonrió Hoseok—. ¿Y qué puedo hacer por ti?

—Es que no pude vacunar a Harry hace quince días porque estaba un poco malo y he pensado que quizá podría hacerlo ahora.

—Sí, claro. Pero la próxima vez, puedes vacunarlo aunque esté mal. No pasa nada.

—La verdad es que me preocupa un poco eso de las vacunas. ¿No es demasiado para un niño tan pequeño?

—El sistema inmunológico de un niño se pone a prueba cada vez que sale de casa. Y cuando está en casa —explicó Hoseok—. Los bebés son bombardeados con gérmenes constantemente. Y, sin vacunas, corren el riesgo de sufrir cualquier enfermedad grave.

—Sí, claro. Eso es cierto.

Harry aceptó la inyección sin protestar y Hoseok le pidió a Anna que fuera a la sala de espera durante cinco minutos para comprobar si había reacción. Mientras tanto, vio a la segunda paciente.

......

Alguien ya digale a Hoseok...

Por cierto subiere una nueva adaptación xd ya que solo quedan 2 caps de esta :c

Friends (ⱽʰᵒᵖᵉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora