Los árboles danzan suavemente guiados por la canción del viento. Sin nada que decir, el guerrero observa el lugar donde se encuentra en esos momentos ¿Qué era este mundo tan diferente al sitio del que viene? ¿Quiere averiguarlo siquiera? El paisaje es distinto al bosque que bordea su hogar. Es silencioso. No se oyen las pisadas de los unicornios a la distancia, ni las risas de las ninfas que se compartían los chismes de las criaturas de la arboleda.
Ahí, donde se encuentra, solo se oye la canción del viento.
O así era, hasta que pudo sentir una presencia observándole desde detrás de uno de los arboles más imponentes, pues aún si la desconocida figura que le espiaba se ocultaba, no por nada era el mejor guerrero de su aldea. No podrían sorprenderle con tanta facilidad.
— ¿¡Quién mierda anda ahí?! — El guerrero de ojos escarlata empuño su espada con firmeza, listo para caer al ataque de quien hubiera osado desafiarle, pues con mirarle en secreto ya asimilaba un reto.
Sin embargo, de detrás del árbol emergió un muchacho de verdosos cabellos alborotados, que no lucía ni remotamente hostil a ojos del guerrero. Al contrario, su mirada esmeralda, que se fue cristalizando mientras le enfocaba, solo le transmitía una intensa mescolanza de nostalgia y anhelo, como si se encontrara ante algo que hace mucho hubiera estado buscando.
— ¿Kacchan...? — La voz del desconocido suena llena de incertidumbre, pero apenas puede atender a ello, conmocionado por la explosión emocional que provocó en él haber oído ese apodo, al punto de hacerle tirar su espada al suelo. Era como si una corriente eléctrica le recorriera el cuerpo de pies a cabeza. El extraño de pecoso rostro, por su lado, parece también estar lleno de dudas, aunque muy distintas a las suyas. — ¿Qué haces aquí, Kacchan?
Aun si no puede del todo juntar sus ideas en algo coherente, el pecoso por fin desentumece su cuerpo y trata de acercarse al rubio, para envolverlo en un abrazo lleno de desesperación y añoranza. Sin embargo, el otro despierta de su propia ensoñación, para apartarlo de un empujón, que lo hace caer a tierra.
— ¿Qué es eso de "Kacchan"? ¿Quién mierda eres tú? — El rubio se alza ante el chico que, en el suelo, le mira con los ojos llenos de lágrimas.
— No me... ¿No me recuerdas, Kacchan? — Más que el golpe, al joven parecía abrumarle, al punto del sufrimiento absoluto, el desconocimiento del guerrero. Una tormenta de pensamientos oscuros que había intentado retener se escapan de su contención, contaminando su corazón de negatividad. — Claro, ¿Cómo iba Kacchan a acordarse de un "extra" como yo...? – Su semblante se oscurece en un instante. – Kacchan no se acuerda de mí. Él tenía razón.
En cuanto esas palabras son emitidas, el mundo a su alrededor comienza a tambalearse. Los árboles son tragados por la tierra misma y el estruendo del terreno resquebrajándose se come el susurro del viento, como si su dulce tonada nunca hubiera existido. El guerrero se fuerza a que sus pies no flaqueen, sin embargo, en ese momento sus ojos escarlata se fijan en el chico de rostro estrellado estirando su mano como si quisiera alcanzarlo antes de que las grietas les aparten del todo y aunque una parte instintiva de su corazón quiere corresponder a aquella acción, el pecoso es arrastrado por las garras del suelo, antes de que sus yemas puedan siquiera rozarse.
Un sentimiento abrumador se apodera de su cuerpo y su alma se llena de ganas de gritar un único nombre.
— ¡Deku!
El sudor corría por su cuerpo y su respiración estaba desaforada. A sus ojos les cuesta enfocarse en lo que está viendo realmente. Le lleva un tiempo darse cuenta de donde está siquiera. Su habitación se siente extraña tras haber observado ese bosque tan nítido en medio de sus sueños.
— Bakubro, ¿Estás bien? — Y recién entonces se da cuenta de que junto a su cama están Pelos de mierda y Chispas, mirándole con suma preocupación. Kirishima era quien le había estado remeciendo para despertarle. — Estabas temblando.
— Si, ¿Y qué o quién es "Deku"? No dejabas de murmurarlo. — Kaminari, con su honestidad temeraria, suelta la pregunta que el pelirrojo había estado reteniendo.
El rubio que acaba de despertar mira contrariado a los extras que tiene por mejores amigos, antes de finalmente volver a sus sentidos, con más dudas que respuestas, por lo que, ignorando olímpicamente las preguntas del par, decide ir con sus preguntas hacía la persona que lo vio crecer toda su vida, para ver si ella tenía alguna respuesta.
— Necesito hablar con la vieja.
ESTÁS LEYENDO
💚El prisionero de Hypnos🧡[DkBk]
FanfictionKatsuki Bakugo es un Guerrero. Uno de los mejores de su aldea, valiente e independiente, dispuesto a probar que puede pararse solo. Sin embargo, está incompleto. Algo en su pasado era hermoso y le hacia feliz, le intentaba apoyar aún si fuera pelig...