💚El prisionero de Hypnos🧡[DkBk]

III

— ¡Espera, Deku!

Antes de poder darse cuenta, está tirado en la cama que le pertenecía en casa de sus padres. Masaru, su padre, estaba a su lado, aplicando un paño húmedo sobre su frente. El castaño mayor se sobresalta al oír lo que ha dicho, su sorpresa sobrepasando al alivio que sentía al ver a su hijo que despertaba.

— ¿Qué dijiste?

— Lleva diciendo cosas así desde que despertó esta mañana. — Explica Kirishima, que estaba tras el sastre, junto a Denki. Los dos guerreros le habían cargado hasta la residencia de sus padres cuando cayó inconsciente en medio de su camino y se habían quedado ahí, preocupados por su arisco amigo.

Masaru se volteó hacía el par, con una expresión de aflicción en su rostro

— ¿Qué más ha dicho?

— Uh... —Denki le pensó unos instantes antes de comenzar. — Pues, creo que lo más raro que ha dicho ha sido "Deku" y "Kacchan". Además de eso, lo raro es su actitud. Parece muy ido.

El mayor palideció, antes de girar su cuerpo y comenzó a caminar hasta la salida del cuerpo.

— Necesito hablar con Mitsuki. Encárguense de él, por favor.

Fue lo único que les dijo antes de desaparecer.

— ¿Por qué después de que digo cualquiera de esas palabras nos dejan con la duda...? — Se quejó Kaminari al aire. Aún si no lo decía explícitamente, intentaba aligerar el ambiente causado por la mirada casi perdida que tenía Bakugo, pero eso no parece funcionar, pues el otro simplemente no acata a nada. Esta ido.

— ¿Bakubro? — Kirishima le pone la mano en el hombro y recién entonces el otro enfoca correctamente a los dos a su lado.

El pelirrojo observa a su mejor amigo y el dolor que ve en el fondo de sus ojos rojizos le hace quedarse de piedra. Denki también se acerca queriendo ayudar al otro rubio, pero Katsuki al verlos tan cerca, con esas miradas de preocupación, se siente ofuscado, como si ese par le vieron como alguien débil y esto pega en sus miedos más profundos.

— ¡Ya basta, mueran, estoy bien! — De un manotazo, aparta la mano de Eijiro, pero el pelirrojo está convencido de que, esta vez, no es momento de dejarle tener su berrinche.

— Estás más huraño de lo normal, no paras de mencionar algo que claramente te afecta y te desmayaste en la maldita calle, ¡No estás bien! — Denki asiente ante las palabras de Kirishima.

— Somos tus amigos, Bakugo ¡Puedes apoyarte en nosotros!

"Parecía que pedías ayuda".

Por un momento le llega el recuerdo de una voz diciendo aquellas palabras y antes de que se recuperara, habían llegado sus padres. Mitsuki y Masaru le miran con expresiones que hablaban de una historia que iban a contar pero que les afligía mucho.

— Tenemos que hablar.