Capítulo 10 | Final

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Ansié tanto que llegara la noche, por culpa de Cristiano. Hace un par de días me había llamado súper emocionado diciéndome que tenía algo que decirme y que quería salir conmigo a recorrer los sitios turísticos de Londres, durante la noche.

Siendo honesto, no sabía cómo iban suceder aquello, puesto que, si lo ven en la calle es fácilmente reconocido por la gente, pero no dudé en aceptar su invitación. No después escuchar la emoción en él.

Llegó a recogerme un poco más temprano de la hora estipulada y nos fuimos juntos, en su auto. Extrañamente hoy solo éramos él y yo, no estaba nadie de su equipo de seguridad junto a nosotros, por lo tanto, había un poco de intimidad; ya me había acostumbrado a ver a su representante y a su chofer conduciendo.

Llegamos al lugar mencionado, muy temprano. Apenas había gente a los alrededores, suponía que se debía a que era martes y usualmente las personas prefieren descansar después de su trabajo, que salir a la calle. Él encontró una zona de parqueo muy cerca y dejó el auto ahí, sin dudarlo. Simultáneamente nos bajamos y empezamos a caminar con dirección al London Bridge. Desde que pisé Londres apenas había venido una sola vez a este lugar y en aquella ocasión no pude disfrutar bien mi paseo, debido a lo mal y solitario que me sentía.

Cristiano, de alguna manera, logró pasar desapercibido de la poca gente que estaba a nuestro alrededor, lo cual fue una ventaja para no tener interrupciones y mucho menos medios de comunicación cerca.

Estuvimos caminando en completo silencio durante varios minutos, hasta que me giré a hacia él.

— ¿Qué era lo que me querías decir? —inquirí, con curiosidad.

Desde que me lo dijo, no he dejado de pensar en ello, no sabía si lo que quería hablar conmigo era algo malo o bueno.

—Qué agradable está el clima hoy —dijo vagamente, ignorando mi pregunta.

Él miró hacia el cielo oscuro que nos cubría, como si fuera la cosa más interesante del mundo y siguió caminando a mi lado.

La luces del puente se reflejaban en el agua del río, dando una imagen muy agradable a la vista, la cual era acompañada de la tenue iluminación del cielo. Si hay algo que recalcar de este sitio, es lo agradable que es, debo confesar que desde muy pequeño había querido visitar Londres porque es un lugar que me parece interesante y lindo, así que en cierta parte, esta es otra de las razones por las que no dudé unirme al equipo en el que estoy actualmente.

Habiendo llegado ya al puente, me acerqué a este lo suficiente como para sujetarme de la baranda de metal y ver hacia abajo, ver cómo el agua corría se me hacía muy relajante, tanto que me mantuve observando a los alrededores durante un rato, hasta que escuché un click, que llamó por completo mi atención.

Cristiano me había tomado una foto con su celular.

Simplemente me reí.

— ¿Me dirás ahora? —seguí insistiendo con el mismo tema de antes.

Me di cuenta que él se acercó a mí, posicionándose a mi lado.

—Solo si te tomas una foto conmigo —elevó el celular y movió este de un lado a otro, con lentitud.

Asentí, cogí el aparato y le di la vuelta a la cámara para poder enfocarnos a ambos con los colores de las luces del puente, reflejadas en el río. La verdad, es que se veía muy bien, esperé unos segundos hasta que Cristiano se acomodase y finalmente tomé un par de fotos de ambos.

—Ya —le devolví el celular después de ver las fotos y verificar que había salido bien —. Ahora dime.

Él miró las fotos con detenimiento, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

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