You and me

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Osvaldo

Ya ha pasado una semana desde mi reencuentro con Aldo, no me gustaría arruinar el momento poniéndome a pensar en lo que va a pasar cuando regrese, pero es inevitable no caer, mis ilusiones poco a poco se van volviendo imposibles y mis esperanzas se están cayendo, si salgo de una, inmediatamente entro en otra, porque si me libero de los chantajes de ella, entro automáticamente en un constante acoso por parte de gente de internet, algunos que no me conocen pero que no quieren quedarse atrás y algunos otros que dicen llamarse mis fans, ¿Qué se supone que deba a hacer? Me queda un par de días para regresarme a Monterrey, la decisión la debo tomar lo más rápido que pueda, pero tampoco quiero cometer un error.

Mis pensamientos me invaden en una noche fría, mi insomnio no me deja dormir tranquilo y el hecho de sobre pensar las cosas no ayuda mucho, a pesar de que en Aguascalientes hace demasiado calor, la temperatura se siente muy baja, ¿o solo soy yo? Trato de calmar mi ansiedad y en un intento por ir a la cocina Aldo se despierta, se da cuenta que la situación me angustia demasiado, nota algo mal en mi y por supuesto no iba a quedarse con la duda.

A: ¿estás bien? ¿Qué sucede?
O: nada, solo me dio insomnio, no puedo dormir bien
A: ¿seguro? Te noto algo raro
O: no te preocupes, descansa, te amo.

Me recosté a su lado de nuevo, me era imposible despegarme de este hombre, a los pocos segundo comencé a sentir el calor de su cuerpo, sentir como su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración tan tranquila, me daba la mejor sensación de calma, él tomó mi mano y la entrelazó con la suya, mientras que mi mano que quedó libre acariciaba su cabello.

Se acomodó sobre mi pecho, sin duda era la mejor sensación, por un momento me olvidé de todo y solo me concentraba en nosotros, en la situación que estábamos viviendo, porque en el fondo los dos muy bien sabíamos qué tal vez iba a ser la última noche que estemos así de juntos en un largo tiempo.

Aldo alzó la mirada y pude apreciar sus ojos marrones, me encantaba la vista que tenía puesto que aún tenía mis lentes podía ver a la perfección, mis pensamientos fueron interrumpidos por un agradable beso, era suave, la conexión que había era increíble, sus labios se movían al compás de los míos, que al contrario de Aldo, los míos eran fríos, pero no por mucho tiempo.

El beso poco a poco subía la intensidad, sin llegar a ser desesperado, mis caricias ahora eran en su nuca y su mano seguía entrelazada con la mía, su cuerpo se acercaba más al mío en busca de contacto ¿Era buena idea hacer esto? No nos importaba nada, solo éramos él y yo en ese momento, no nos rodeaba nada más, pero ¿Él quería esto? Nos separamos por unos segundos y nuestras miradas se encontraron, con una sola mirada nos dijimos todo y no era necesario tener de pronunciar una sola palabra.

Soltó mi mano para poder recorrer mi pecho con la suya e ir subiendo poco a poco hasta llegar a mi cuello, sus caricias eran suaves y al mismo tiempo provocativas, si seguía así no iba a poder contenerme. Nuestras respiraciones se aceleraban y de un momento a otro él estaba encima mío, sus manos estaban en mi nuca y las mías en su cintura, sus toques ahora desesperados, buscaban el final de mi playera y cuando logró encontrarla fue tirando de ella tratando de quitármela, lo logró.

En un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba quitándole la playera, sus caderas hacían círculos sobre mi, estaba siendo una tortura ¿Por qué me hacía esto? Mis manos volvieron a tomarlo haciendo un poco más de presión intentando buscar más contacto, quería sentirlo y lo logré.





















-zzz
Que bendición🙏
Una semana intentando escribir este capítulo, lo siento esto no es lo mío.
Se quedarán con la intriga hasta que mis ideas vuelvan a fluir, igual si tienen alguna aportación escríbanla en los comentarios.

It was always you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora