The moon

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Aldo

Los recuerdos de la noche anterior me invadían, me hacían olvidar tan solo por unos momentos que hoy era el día menos esperado por los dos, tristemente Osvaldo debía regresar a Monterrey, mejor dicho, a su infierno, los días felices terminaron.

No quería que se fuera, la idea de que probablemente no nos veríamos en mucho tiempo me estaba doliendo, podía sentir como mi corazón latía tan fuerte, sentía cómo se formaba un nudo en mi garganta y poco a poco mis ojos se cristalizaban, ¿Estaba siendo egoísta por querer que valdo se quedará conmigo? Esa pregunta rondaba por mi mente camino al aeropuerto, quería ser fuerte y no demostrar lo vulnerable que estaba siendo en ese momento, sabía que él se sentiría mal al verme en ese estado y lo que menos quería era preocuparlo más.

Mis manos temblaban y la ansiedad recorría mi sistema, estábamos en una sala de espera, no quería hablar, no era lo suficientemente fuerte para formular una oración sin que mi voz se corte y las lágrimas salgan, mi pecho dolía; casi como la vez que me separé de él la primera vez. Mi esfuerzo fue inútil, pues al tener que despedirme de él, las lágrimas que contuve durante todo el día salieron de manera rebelde.

-prometo resolver todo y regresar para verte una vez más- dijo Osvaldo de manera tranquila, aunque notaba la tristeza en sus ojos.
-no prometas cosas valdo- las palabras salían de una manera particular, pues el nudo en mi garganta hizo que mi voz se entrecortara.
-te lo prometo aldo, te amo
-no te vayas, no me dejes solo, por favor- no pude contenerme, si en ese momento sonaba de manera egoísta por no ponerme a pensar en él y solo querer conseguir mi felicidad, no me importaba no quería alejarme una vez más de él.
-mi niño, por más que quiera, no puedo quedarme más tiempo, voy a reponer el tiempo que estemos alejados.

Esas palabras fueron suficientes para que Osvaldo dejara salir una lágrima tras otra, intentando limpiarlas con sus manos, sus brazos me envolvieron en un abrazo, no teníamos ni idea de cuánto tiempo pasaría para vernos de nuevo.

-te amo demasiado nunca lo dudes, aldito.

Su rostro se acercó al mío y me besó de la manera más linda, sus labios se movían de manera suave, era un beso lleno de sentimientos y para nada era algo desesperado, era de los últimos en abordar así que tuvimos que separarnos.

-adios, mi amor.
-adios valdo.

Verlo alejarse me partía el corazón, no era capaz de contener mis lágrimas y reprimir mis sentimientos, el camino a casa se me hizo eterno y en cuento llegué se sintió la soledad, no más risas, halagos hacia mi por parte de él, mi habitación se volvió fría otra vez.

Solo rogaba porque valdo cumpliera su promesa y en un futuro lo vuelva a ver, vuelva a ver su rostro perfecto, su sonrisa, sus ojos, escuchar su voz, sentir el calor de su cuerpo, sentirme amado por él, rogaba porque todo saliera bien y seamos felices juntos, sin tener que escondernos de nada ni nadie.

Rogaba porque este no fuera el fin.

Rogaba porque ese no fuera un adiós definitivo.

Las horas pasaron y la noche cayó, la misma luna que fue testigo de nuestro amor, ahora estaba siendo testigo de lo que estaba sintiendo en su ausencia.






















-zzz
Feliz Año Nuevo amigues🤍🫂

It was always you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora