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Es un domingo por la mañana y Hyunjin no quiere levantarse de la cama pero tampoco quiere morirse de hambre. Con el corazón apesadumbrado, se sentó y soltó su muy cómodo colchón y gimió. Contempla por un rato si vale la pena esforzarse en bajar las escaleras para comer, pero su mente no deja de regañarlo por dudar del valor de la comida.
Finalmente, resolviendo su problema, Hyunjin tomó su teléfono y salió de su habitación sin siquiera molestarse en arreglar su cama porque de todos modos se volverá a ensuciar, ¿cuál es el punto?.
Con esa filosofía muy bien pensada, el chico de cabello pelirojo finalmente llegó a la cocina y encontró a Felix en el comedor, comiendo perezosamente lo que sea que haya en su tazón.
Hyunjin entró en el pasillo de la cocina, buscando algo para comer cuando Felix levantó la cabeza y lo vio. Simplemente se miraron con cara de póquer durante unos segundos hasta que Lee lo invitó.
"¿Quieres algo?"
El mayor parpadeó ante esa pregunta inesperada, pero se acercó de todos modos, "Seguro".
Se sentó frente al chico de cabello rubio y en realidad esperaba con ansias lo que Felix preparó para el desayuno, pero rápidamente se reemplazó con decepción y esa mirada que haces cuando quieres decir "¿Estás bromeando?" sin decirlo en realidad.
"¿Cereales? ¿En serio?"
Felix solo lo miró con ojos desinteresados y siguió comiendo. "Si no lo quieres, no lo comas. Simple".
El mayor sin gracia chasqueó la lengua hacia él, pero de todos modos procedió a vertir cereales en su tazón.
"Al menos dame un poco de leche".
Los dos comieron en silencio. Por extraño que parezca, se las arreglaron para hacer algo juntos sin pelearse ni lanzarse insultos sutiles el uno al otro. Simplemente están allí, sentados y comiendo como las personas civilizadas que son. Y para su sorpresa, el silencio no es realmente incómodo. De hecho, es un buen tipo de silencio apreciado por ambos. Tal vez sea porque empiezan a acostumbrarse a la presencia del otro. Y es bueno no estar siempre discutiendo. Ambos necesitan un descanso.
Permaneció en silencio por un tiempo hasta que el teléfono de Felix decidió arruinarlo. Lo recogió sin ninguna señal de cuidado y jugó con los cereales ahora empapados que quedaban en su plato. Hyunjin lo miró por un segundo y luego volvió a su cereal, ignorándolo.
"¿Sí?" Felix dijo, su tono sin ningún interés. "Ah, okey."
"No, está bien. En realidad me favorece".
"UH Huh."
"Seguro."
"Está bien."
"Sí, adiós."
Luego dejó su teléfono junto con la cuchara y apoyó la cara en la palma de la mano con el codo apoyado en la mesa.
